Barras bravas destrozaron los autos de los jugadores de Quilmes

Cien, quinientos, mil, dos mil… ¿hasta qué número llegarán los actos de violencia que llevan a cabo las malditas barras bravas de los clubes de fútbol?

Ya no hay manera de sostener y/o justificar la impunidad con la que se manejan dentro y fuera de los estadios. Hay que darse por vencidos y rendirse ante quienes dominan la situación producto de la ineficacia, impericia y desinterés de los entes gubernamentales que deberían ser los encargados de velar por la seguridad.

Este lunes volvieron a hacer de las suyas “enojados” por la mala campaña de Quilmes, quien cayó por 2 a 0 en el estadio de Defensa y Justicia.

¿Qué hicieron estos inadaptados? Fueron al playón de estacionamiento del estadio Centenario y les destrozaron los autos (con robos incluidos de pertenencias personales) de los jugadores del conjunto Cervecero que estaban disputando el partido en Florencio Varela, en un acto de cobardía y violencia a los que ya nos tienen acostumbrados.

¿Quiénes fueron? Todos lo saben, pero nadie habla, por miedo, porque los dirigentes (muchos de ellos quienes amparan a estos forajidos) viven amenazados y nadie se atreve a denunciarlos.

¿Y el Gobierno? Bien, gracias. Tampoco hace nada. Así se sigue matando al fútbol. Así se sigue retrocediendo.

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