Barcelona-Liverpool: el duelo que acapara toda la atención

Es una frase hecha pero no por eso deja de ser apropiada en este caso: se viene “la final adelantada” entre Barcelona vs Liverpool. Por historia, por tradición, por presente y por la expectativa que genera, posee todos los ingredientes para ser histórica.

Nadie quiere, por esto, desmerecer a la otra semifinal entre Ajax y Tottenham, dos equipos que juegan muy bien al fútbol, con una filosofía ofensiva indiscutible y con un aire renovador que ya es realidad y que promete mucho más a futuro.

Pero lo que nos compete en este caso es lo que sucederá el próximo 1 de mayo en el Camp Nou. Allí el Barcelona de Messi recibirá en el partido de ida al Liverpool de Salah, el Barcelona con una identidad reconocida y ratificada de manera absoluta en los últimos diez años, el Liverpool con la historia que lo avala y que desea reafirmar en esta nueva edición de la Champions League.

¿Quién llega mejor posicionado a esta semifinal apasionante? Si por presente se trata, están muy parejos. Si bien el fútbol es impredecible y no es una ciencia exacta ni mucho menos lógica, la realidad nos lleva a concluir que será muy cerrada, que la definirá la capacidad individual que ambos poseen y que serán la llave para abrir una partida en la que deberán sortear con astucia la estrategia rival.

Dentro de este panorama, aparece un Liverpool tal vez algo más compacto en todas sus líneas, con un tridente ofensivo letal, donde tanto Salah, como Firmino o Mané son un peligro permanente.

Esa potencia juega en contra de un Barcelona cuyo talón de Aquiles es la defensa. Salvo Piqué, quien atraviesa por un gran momento al igual que el portero Ter Stegen, el resto de las defensa no brinda seguridad en ese aspecto. Ahí puede estar la clave del Liverpool para sacar la diferencia.

No menor es el poder del Culé. ¿Quién puede discutir a Messi y Suárez, bien acompañados por la tercera pata del trípode ofensivo, ya sea Dembélé o Coutinho?

La diferencia radica en la solidez defensiva del Liverpool, un equipo que fue adquiriendo esa característica desde la llegada de Jürgen Klopp.

¿Cuál sería entonces la clave que pueda marcar la diferencia definitiva que incline la balanza hacia uno u otro lado? El desgaste físico.

Barcelona espera coronar la conquista de La Liga española este fin de semana. Eso le quitaría un peso grande, lo liberaría de esa carga tanto deportiva como psicológica enfocando su mira en el partido del miércoles.

Por el contrario Liverpool sigue peleando mano a mano con el Manchester City (que está un punto por encima) la Premier League, siendo otro tema crucial el hecho de estar atravesando el final de una muy exigente temporada, con todo lo que eso significa tanto en lo físico como en lo mental.

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