Atalanta: un vistazo a la revelación de la temporada en la Serie A

BERGAMO, ITALY - OCTOBER 30: Gian Piero Gasperini Head Coach of Atalanta BC looks during the Serie A match between Atalanta BC and Genoa CFC at Stadio Atleti Azzurri d'Italia on October 30, 2016 in Bergamo, Italy. (Photo by Pier Marco Tacca/Getty Images)
BERGAMO, ITALY – OCTOBER 30: Gian Piero Gasperini Head Coach of Atalanta BC looks during the Serie A match between Atalanta BC and Genoa CFC at Stadio Atleti Azzurri d’Italia on October 30, 2016 in Bergamo, Italy. (Photo by Pier Marco Tacca/Getty Images)

Entre los cinco primeros clasificados de la ‘Serie A’ amasan 55 ‘scudetti’. Juventus, principalmente, y Milan se encargan de engordar la estadística en ese selecto grupo de cinco y los equipos de la capital, Roma y Lazio, de aportar su granito de arena con cinco títulos. El quinto en discordia es el Atalanta cuyas vitrinas se abrieron por primera y última vez en 1963 para acoger una Copa de Italia. No cuesta entender porque son el equipo revelación de la temporada.

Después de 14 jornadas, echar un vistazo a la tabla es un puro chute de adrenalina para la gente de Bérgamo. Las matemáticas, asépticas y frías para el Atalanta durante toda su historia, sirven ahora para calentar el corazón de la hinchada como nunca. La ‘Dea’ ha conseguido 28 puntos, uno menos que el segundo clasificado, la Roma. Tan solo uno menos que uno de los pocos clubes que ha sido capaz de plantar cara a la Juventus en los últimos cinco años.

Pero tras los números hay historias con nombre y apellidos. Una es la de Gian Piero Gasperini, su entrenador. El técnico piamontés vuelve a recordar al de su primera etapa el Genoa. Al que resucitó el buen fútbol en Marassi encauzando el talento de Motta o Jankovic y los goles de Diego Milito. Antes de emigrar a Milán para fracasar en el Inter, Gasperini ascendió a primera al club ‘rossoblu’ y más tarde los metió en Europa League. Lleva camino de hacer lo mismo con el Atalanta.

Gasperini ha conseguido un rendimiento notable de su equipo frente a conjuntos de mayor presupuesto y palmarés como la Roma, el Napoli y el Inter. Los tres han caído frente al pujante conjunto de Bérgamo. Pero hay más: con 14 goles es el segundo equipo menos goleado en la liga (tan solo por detrás de la Juventus con 12) que ha sublimado las artes defensivas. De mantener el ritmo firmarían una liga de 76 puntos. Firmarían, sencillamente, la mejor temporada en 109 años de historia.

De atrás a adelante, el bergamasco es un conjunto equilibrado al que quizá solo le falte un nueve de mayor capacidad goleadora para mejorar sus prestaciones. Desde el arquero Berisha (reemplazado por Sportiello tras su lesión en el menisco) a veteranos del ataque como el Papu Gómez pasando por jóvenes tan interesantes como el central Caldara, una de las revelaciones del año, los talentoso Conti y Gagliardini o Frank Kessie, el inagotable mediocentro marfileño que no tardará en volar a un club mayor.

El milagro atalantino, como cualquier éxito en el fútbol, se construyó en verano. Se deshicieron de veteranos como Borriello, Cigarini, Del Grosso o Contini para poner todos los huevos en la cesta de su propia cantera. Del vivero inagotable de Zingonia han salido futbolistas como los citados Caldara y Conti o el goleador Petagna. Todos han debutado en categorías inferiores de la Selección italiana y Gagliardini incluso ha sido convocado con la absoluta.

Del mismo modo que sirvió para hacer florecer las carreras de nombres reconocidos como Gabbiadini, Zaza, Montolivo o Tacchinardi, Zingonia sigue siendo uno de los mejores viveros del fútbol italiano. 38 títulos en categorías inferiores sirven para medir el potencial de una de las mejores canteras de Europa y para ponderar el mérito de lograr esos laureles desde Bérgamo, una ciudad de apenas 100.000 habitantes a la sombra de Milán.

Con Gasperini, el Atalanta juega un 3-4-3 más o menos clásico (en ocasiones un 3-4-1-2 e incluso formando con 4 defensas frente a equipos muy ofensivos como la Roma) que se caracteriza por la cercanía entre líneas y la presión constante a la salida de balón rival. La idea siempre es robar la pelota lo más cerca posible del área rival para llegar con suficientes hombres a la zona de definición. El peso ofensivo recae en las alas, con Conti, Gagliardini, Kurtić y el técnico Gómez asumiendo gran parte de las obligaciones creativas. Kessie es el futbolista que equilibra el mediocampo por despliegue, robo y llegada.

Es complicado predecir el tope de este equipo, que sin duda va a ser plato principal en el mercado de fichajes tanto de invierno como de verano, pero hasta el momento está siendo la aparición más refrescante del fútbol italiano en las últimas temporadas. Un equipo de provincia que juega y gana como los grandes.

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