La importancia de Casemiro e Iniesta en el Clásico Barcelona-Real Madrid

El Barcelona no afrontaba un clásico con tanta desventaja clasificatoria respecto al Real Madrid desde 2003 y es precisamente esa posición y sus consecuencias las que coloca en contexto a dos piezas llamadas a ser claves del partido. Dos piezas estratégicas que regresan a un tablero que les añora incluso conscientes de que no entrarán enteras, de que no están en su mejor momento de forma. Casemiro e Iniesta regresan a escena.

La posibilidad de acabar el sábado a nueve puntos del Real Madrid condiciona el planteamiento del Barcelona justo cuando el equipo de Luis Enrique atraviesa su peor racha de juego y resultados de los últimos años. Luis Enrique está obligado a reforzar el carácter ofensivo de su equipo y ahí puede entrar en juego Iniesta. En este escenario, Zidane, más que nunca, puede obrar con cintura y buscar la contención para dañar al contragolpe y ahí puede pesar Casemiro.

Con Casemiro en el campo, Zidane gana un hombre capaz de mitigar las tan temidas apariciones de Lionel Messi en el centro del campo. Además, el brasileño es el único mediocentro puro en la plantilla, el verdadero especialista en robar balones y echar cemento en los huecos que el Madrid, en su fase ofensiva, deja al descubierto. Casemiro en el once es una red de seguridad para la defensa (centrales y laterales siempre necesitan de su solidaridad en la cobertura) y un alivio de las tareas defensivas para el resto del mediocampo.

Clave para Zidane desde la última derrota liguera contra el Atlético, se consagró en la final de Milán por su capacidad de mejorar al equipo con trabajo. Si Modric es la bisagra que abrocha la táctica de los merengues, Casemiro es el aceite que la hace funcionar. Aunque Kroos, Modric o el pujante Kovacic han amortiguado el impacto de su ausencia con solvencia, ninguno le ofrece tantas garantías defensivas a Zidane como el brasileño. Frente a un Barcelona volcado la solución Casemiro se antoja más que interesante.

En el otro bando puede regresar Iniesta justo cuando su equipo más lo necesita. En un Barcelona necesitado de puntos pero también de juego en la medular, el manchego está llamado a ser el nexo de unión entre la defensa y el tridente formado por Messi, Suárez y Neymar. Iniesta tratará de regresar en el Clásico como lo que siempre ha sido: el mejor hilador de juego del fútbol español. Un futbolista desequilibrante para un partido que pide justamente desequilibrio.

Busquets juega huérfano de apoyos en un centro del campo que está viviendo dificultades en esta transición del juego posicional característico del Barcelona al vértigo que propone Luis Enrique para potenciar la calidad inmensa del tridente. Ni la llegada de André Gomes, ni los destellos de Arda ni el remate de Rafinha se hacen tan necesarios ahora como la capacidad de atraer piezas del puzzle de Iniesta.