32 años después, Gareca volvió a vestirse de héroe

Fue un 30 de junio de 1985. Argentina recibía a Perú en el estadio Monumental de River Plate por la última jornada de la Eliminatoria Sudamericana al Mundial de México 1986.

El conjunto local necesitaba un empate para conseguir su pasaporte. La visita un triunfo. Era una tarde gris en aquel frío invierno de Buenos Aires.

Viejos fantasmas, de un lado y del otro, merodeaban el escenario. Por un lado aquel 2 a 2 del 31 de agosto de 1969 cuando en La Bombonera igualaban a dos goles y los peruanos conseguían su pase al Mundial de México 1970. Una tarde histórica jamás olvidada.

Por otro aquel 21 de junio de 1978, en el Gigante de Arroyito en Rosario, en plena disputa del Mundial 1978, cuando en un partido polémico por siempre, Argentina goleaba a Perú 6 a 0 y conseguía la clasificación a la Final con Holanda.

Todo comenzó bien para la Albiceleste allá por 1985. Gran jugada de Diego Maradona, centro y Pedro Pablo Pasculli ponía el 1 a 0. Pero en pocos minutos Perú daba vuelta el marcador y los temores se hacían presentes.

Primero José Velásquez. Luego Gerónimo Barbadillo. El conjunto que dirigía Roberto Challe se ponía 2 a 1 arriba y de esa manera obtenía su pasaporte al Mundial.

Pero apareció la “guapeada” de Daniel Passarella a menos de diez minutos del final. El Gran Capitán de la Argentina campeona del mundo en 1978 se la jugó, metió el famoso buscapié, la pelota pegó en el poste derecho del arco que defendía Eusebio Acazuso y Ricardo Gareca, de atropellada, marcaba el 2 a 2, el gol de la tranquilidad, el de la clasificación.

Todo fue puro nervio en los minutos finales. Perú apretaba y Argentina se defendía como podía. Hasta que el árbitro brasileño Romualdo Arppi Filho (vaya casualidad, fue el mismo que un año después dirigía la Final del Mundial en la que Argentina derrotaba a Alemania 3 a 2 logrando su segunda Copa) cerraba un capítulo emocionante e inolvidable.

Sí, Ricardo Gareca le daba la inmensa alegría su pueblo y dejaba con las manos vacías a todo el Perú.

Treinta y dos años después todo cambió. Ya como técnico de Perú, en una remontada histórica en la Eliminatoria alcanzando el repechaje con Nueva Zelanda, “El Tigre”, comandó un grupo que logró la hazaña de volver a un Mundial luego de 36 años al vencer a Nueva Zelanda 2 a 0 en el marcador global.

Perú había jugado su última Copa del Mundo en España 1982. Desde ahí no pudo regresar más a la máxima competencia.

Este 15 de noviembre de 2017, Gareca se reivindicó. Pasó de ser villano a héroe. Hoy lo venera todo Perú. Y bien merecido lo tiene un profesional cien por cien, un trabajador honesto y capaz que dejó su huella para siempre.

Perú está en Rusia 2018. Que lo disfrute. Se lo ganó en muy buena ley.

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