Agustín Orion, ¿fin de un ciclo?

El portero Agustín Orión, del Boca Juniors, termina en el suelo después de recibir el gol de Bryan Cabezas, el segundo del partido para el Independiente del Valle durante el duelo de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores en Buenos Aires, Argentina, el jueves 14 de julio de 2016.(AP Foto/Natacha Pisarenko)
El portero Agustín Orión, del Boca Juniors, termina en el suelo después de recibir el gol de Bryan Cabezas, el segundo del partido para el Independiente del Valle durante el duelo de vuelta de las semifinales de la Copa Libertadores en Buenos Aires, Argentina, el jueves 14 de julio de 2016.(AP Foto/Natacha Pisarenko)

La vida se divide en ciclos, etapas que se van superando con o sin éxito. Momentos de gloria que van alcanzando su punto final, tanto como otros que tal vez no llegaron a satisfacer los objetivos preestablecidos.

El fútbol no está exento de eso. Tanto a nivel grupal como personal. Y así como en las buenas todo se disfruta, en las malas hay que saber asumir el proceso y tomar decisiones trascendentales.

Agustín Orion ha tenido muchos momentos de gloria en Boca Juniors. Fue campeón, tuvo partidos de alto nivel, fue reconocido y querido por el hincha.

Pero así como no hay mal que dure cien años, como reza el dicho, tampoco hay bien. Todo tiene un final. ¿Es este el del arquero de Boca en el club?

Lo sucedido este jueves en La Bombonera lleva a plantear una seria reflexión, tanto de su parte como del cuerpo técnico y al dirigencia misma.

Hay factores, situaciones que son difíciles de asimilar y hasta de aceptar. El error cometido en el tercer gol de Independiente del Valle es inaceptable en un hombre de su experiencia y más aún en el momento del partido. Su error (por no decir horror) terminó por sepultar las pocas esperanzas que Boca tenía de dar vuelta el resultado.

Lo curioso del caso es que no es la primera vez que lo hace. Más allá de sus antecedentes violentos y que hemos destacado aquí mismo en su momento, Orion fue protagonista y en gran parte responsable de la eliminación de San Lorenzo en la Copa Libertadores de América 2008.

Fue un 15 de mayo, jugando de local ante la Liga Deportiva Universitaria de Quito que dirigía Edgardo Bauza y que terminaría alzando el preciado trofeo ante Fluminense.

Ese día el portero quiso “sobrar”, “cancherear” como se dice en Argentina, al delantero Claudio Bieler, quien lo “madrugó” y anotó el gol que colaboró con la eliminación del conjunto Azulgrana en Cuartos de Final.

¿Qué será de su futuro? ¿Lo seguirá bancando Guillermo Barros Schelotto? Pero lo más importante, ¿seguirá contando con el apoyo del hincha de Boca?

Preguntas que deberán responderse cuando la tensión, la bronca y los ánimos se enfríen luego de una eliminación dolorosa e inesperada.

También te puede interesar:

Un legítimo finalista, pero con algunas polémicas

El brasileño Ramires estuvo a punto de cometer una locura

Dudamel pide y Maduro lo complace