Gareth Bale se lo ha creído

Gareth Bale se lo ha creído

El fútbol, a veces, puede ser muy sencillo. Con paciencia, ganas y cerebro se pueden conseguir muchas cosas y la mayor parte de ocasiones se impone el sentido común sobre todas lo demás. Al Real Madrid le costó seis meses entender que tenía que volver al principio. Zidane ha devuelto al equipo a la senda que nunca debió perder, al camino que él mismo empezó a labrar junto a Carlo Ancelotti hace dos años y que, sin motivo claro, acabó siendo cerciorado de raíz tras la eliminación ante la Juventus en la Champions League el año pasado.

Una vez más, un simple marcador era la base entre el bien y el mal, entre una decisión correcta y una equivocada. Como el año anterior, cuando Ancelotti tenía la soga al cuello en el minuto 91 de la final de la Champions League, o como en 2003, cuando Del Bosque vio su carrera de 35 años en el club secuestrada porque Figo falló un fatídico penalti ante Buffon.

No sería sorprendente que, si los resultado no acompañan en los próximos tres partidos, Zinedine Zidane corrá la misma suerte, lo cual sería ya el colmo de los colmos para una junta directiva que ha decidido destruir cualquier legado histórico que beneficié al club. Pero de momento, el francés está dispuesto a morir con las botas puestas, y la plantilla --como le ocurrió a Ancelotti-- está con él.

Ante la Real Sociedad, Zidane tuvo que rotar empujado por las bajas por lesión y por precaución. Era un equipo con cinco titularísimos y seis jugadores de la segunda línea, pero con muchos meritorios, de esos que juegan porque se lo merecen, no porque lo demande su contrato

Encabeza dicho grupo Lucas Vázquez, que volvió a ser un azote, más por la derecha que por la izquierda, pero que debería ser un ejemplo de superación para todos los niños de la cantera blanca. Una vez más, se deshizo en sudor sobre el campo y firmó la asistencia que dio la victoria.

También destacó en este grupo de profesionales que saben arrimar el hombro Nacho. El lateral tenía la papeleta de suplir a Marcelo y maniatar a Xabi Prieto, y no sólo consiguió ambas cosas de manera holgada, si no que además se soltó en ataque, tranguló muy bien con James y Bale, e incluso intentó sorprender a Rulli con una gran internada que quedó como una de las mejores oportunidades del encuentro.

En el rubro de decepciones pondremos la actuación de James Rodrígugez. El colombiano tuvo 70 minutos para demostrar que es un líder en este equipo y que el papel de secundario le viene pequeño, pero no dio una a derechas. Su juego se fue difuminando con el paso de los minutos y en la segunda parte, antes de ser sustituido por Isco, apenas se le vio entrar en contacto con el balón. Su caso, como muchos otros en el Real Madrid, acabará siendo un expediente X, uno de esos jugadores considerados superclases que, por A o por B motivo, no puede llegar a asentarse en el equipo.

Pero decíamos que Zidane ha devuelto al Real Madrid a la senda en la cual dejó al equipo Carlo Ancelotti y fue tan así que hasta Gareth Bale brilló en la posición donde intentó colocarle el italiano al llegar al club: el puesto de delantero centro. Entonces, víctima de una inadaptación rampante, Bale naufragó. Su primer Clásico en el Camp Nou fue uno de esos partidos para olvidar, pero ahora mismo, el galés es el alma del equipo, el capitán general al que todos buscan cuando la cosa se tuerce. El hombre de los 100 millones está demostrando que se puede confiar en él.

GRA203. SAN SEBASTIÁN, 30/04/2016.- El centrocampista galés del Real Madrid, Gareth Bale (d), celebra el gol de la victoria ante la Real Sociedad, perseguido por su compañero Nacho (i), durante el partido de la trigésima sexta jornada de la Liga de Primera División que se juega hoy en el estadio de Anoeta de San Sebastián. EFE/Juan Herrero
GRA203. SAN SEBASTIÁN, 30/04/2016.- El centrocampista galés del Real Madrid, Gareth Bale (d), celebra el gol de la victoria ante la Real Sociedad, perseguido por su compañero Nacho (i), durante el partido de la trigésima sexta jornada de la Liga de Primera División que se juega hoy en el estadio de Anoeta de San Sebastián. EFE/Juan Herrero

En Anoeta, como hace siete días en Vallecas, volvió a ser de lo mejor que se vio sobre el campo. Ya no es un islote flotando a la deriva a la espera de un lanzamiento de falta o un disparo lejano, es el centro del universo del juego de un Real Madrid que es ahora mismo mucho mejor como grupo de lo que lo ha sido en el último lustro.

El juego en equipo es lo primero, como se vio también ante el Villarreal o en la segunda parte ante el Rayo Vallecano; y por supuesto ante el City en la Champions. Un conjunto serio, paciente, que sabe a lo que juega y lo busca sin prisa pero sin pausa. Los blancos (azules oscuros en Anoeta) se mostraron intensos desde el primer minuto, aguerridos y vivos en defensa; tan así que sólo en el minuto 91 se le exigió a Keylor Navas en un cabezazo a Zurutuza.

El principio y el final de todo estaba Gareth Bale. Si se jugaba en largo, era para buscarle a él, que ganó todos los lances por alto. Si se hilvanaba en corto, el galés se incrustaba a la línea medular para ser uno más del "rondo". Y si tocaba desbordar, tanto por izquierda como por derecha, era Bale el primero en ir a por la yugular de los laterales vascos.

Si el Real Madrid tuvo que esperar hasta el minuto 80 para respirar fue en buena parte por el gran planteamiento de Eusebio, pues la Real Sociedad demostró que tiene madera para hacer daño a los grandes, con jugadores de calidad y que no se arrugan. Pero sobre todo, fue porque --una vez más-- el portero argentino Rulli demostró que está para cotas mayores.

Su acutación fue soberbia, sacando al menos cuatro manos providenciales. En el cabezazo de Bale no pudo hacer absolutamente nada, pero su gran actuación pone aun más en valor la valía del atacante galés como líder y goleador del equipo: no sólo sabe marcar el cuarto o el quinto gol en partidos rotos y con espacios; es un lobo de área que tiene en su remate de cabeza un arma mortífera que, de momento, sigue haciendo soñar al Real Madrid con ganar algún trofeo esta temporada.

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