El verano de Morata

Si alguién sabe lo que es tener una andadura agridulce en un equipo ese es Álvaro Morata. La temporada pasada, tras un traspaso de 22 millones de euros, el canterano blanco se convirtió en una de las estrellas de la Juventus, compartiendo delantera con Carlos Tévez, desbancando a jugadores consagrados como Fernando Llorente o Alessandro Matri, y consagrándose como el héroe de la afición con sus goles en las semifinales y en la final de la Champions League ante el Real Madrid y el Barcelona, respectivamente.

Sin embargo, las cosas cambiaron este año. La llegada de Mario Mandzukic y de Paulo Dybala le apartaron de la titularidad y aunque sus números son más o menos parecidos en cuanto a partidos y goles marcados (un partido más y un gol menos), su peso en el equipo decayó rádicalmente. Morata se convirtió en un jugador de segundas partes, en un revulsivo, y su influencia en el juego acabó por disiparse.

Así y todo, su último encuentro, la final de Coppa ante el Milan, puede considerarse el punto álgido de la carrera juventina del madrileño, pues saliendo del banquillo, dio la victoria a los Bianconeris con un gol en el minuto 110.

Pudo bien ser su último gol jugando con La Vecchia Signora, pues los planes de Morata son volar lejos de Italia. Vicente Del Bosque no ha perdido su confianza en quien considera el futuro nueve de la Selección Española, por lo que el exmadridista tendrá la oportunidad de liderar a su selección en Francia durante la Euro.

Un buen torneo con La Roja puede catapultar a Morata al estrellato. El Real Madrid ejercerá sí o sí su opción de recompra por 30 millones por el delantero, pues la operación no admite dudas ni económica ni deportivamente hablando.

Ante la inminente sanción de la FIFA, que inhabilitaría a los blancos a fichar en las dos próximas ventanas de fichajes, los blancos tendrán que decidir si se aseguran la presencia de un goleador joven y con recorrido para progresar como el español, o si prefieren hacer caja ahora que el delantero ha levantado gran admiración por todos los rincones de Europa.

Su precio de mercado ronda los 55 millones, pero en caso de una puja, podría elevarse incluso hasta los 70. El Arsenal, en su constante búsqueda de un goleador en la era post-Henry, estaría dispuesto a llegar a esa cifra para hacerse con sus servicios, pero el Chelsea, el United o el Tottenham también tienen la intención de llevarle a Inglaterra.

En el Real Madrid se frontan las manos con la operación que, de cualquier manera, puede salir bastante rentable para el club; mientras que Morata se ha mostrado algo hastiado de la situación de incertidumbre en la que se maneja, pero a la vez sabe que está ante uno de los veranos más importantes de su carrera.

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