El Real Madrid de Cristiano Ronaldo

El Real Madrid de Cristiano Ronaldo

Lleva unas semanas el Real Madrid sin encontrarse y los estudiosos del fútbol se habían puesto manos a la obra para determinar por qué el equipo no carburaba. Los más astutos apuntaban a las bajas de Modric y Casemiro, y los más hirientes a la necesidad de que la BBC volviera a emitir en alta definifción. Al final era todo más sencillo: Cristiano Ronaldo no metía un gol ni al arco iris, y eso es demasiado handicap para el Real Madrid ahora mismo.

En Mendizorroza, ante un azaroso Alavés --que ha sabido armar un gran equipo en base de remiendos de los grandes de La Liga-- que se puso por delante en el marcador para destapar las miserias de Danilo y Keylor Navas, el Real Madrid se acabó llevando una victoria en base a la vieja fórmula de toda la vida... o al menos en la de los últimos siete años: Suerte en la retaguardia, y Ronaldo a lo suyo.

El portugués que llevaba tres partidos sin marcar en Liga, calló bocas con un hat-trick inapelable, además de fallar de un penalti, y demostró que lo suyo (como venimos diciendo en este humilde rincóncito) no es tanto físico como mental y anímico, pues una vez que la pelotita quiere entrar, el hombre se desata y ya no sabe como parar.

El Real Madrid, por su parte, volvió a ser todo menos un equipo. Un buen conjunto de individualidades que no se sabe muy bien a qué juegan, pero que tiene bien claro que la asociación no es un término que ellos pretendan entender, y mucho menos aprender.

El mediocampo remendado por Zidane tras las bajas de dos terceras partes de su bloque titular volvió a dejar muchas dudas. Mateo Kovacic es el único que parece ir asentándose en su posición (es el único mediocampista natural, también es cierto), pero ni Kroos como cierre ni Isco como interior parecen capaces de ayudar al equipo tácticamente como sí lo hacen Casemiro y Modric cuando están en plenitud.

Arriba, la BBC sigue a lo suyo: desconectada entre sí y desconectada del repliegue y el esfuerzo hacia atrás. Desde ese punto de vista, se entiende que Lucas, Morata y Asensio aportan mucho más como tridente, pero mientras que Bale empieza a acostumbrarse a ser el último cambio del equipo y Benzema anda perdido en el desierto, Ronaldo se ha querido revelar contra todo y contra todos y recordar que él todavía sabe como marcar y merece jugar todos los minutos.

Por eso quizás Zidane deba empezar a demostrar más cintura y dar por bueno un empujón hacia la meritocracia dentro del plantel. Las rotaciones están bien, pero que tras un gran partido en León a media semana Asensio y James se queden sin un minuto que llevarse a la boca ante el Alavés, da mucho que pensar.

En ese mismo atolladero se encuentra Álvaro Morata. El chico marca siempre que sale, y ya firma siete goles en lo que va de año, siendo el mejor goleador del equipo y además el que tiene la mejor media por minuto (a gol cada 90), pero Zidane sigue sin contar con él más que para los últimos 30 minutos de los partidos. El ex de la Juve anotó el 1-3 que dio tranquilidad al equipo, antes de que Ronaldo cerrara el partido con su hat-trick en el minuto 88, pero ni así parece que al técnico francés se le vaya a pasar por la cabeza meterle en el once inicial.

Al final de cuentas, el Real Madrid suma y sigue, con un 1-4 en un campo complicado del que volarán muchos puntos para los grandes, y corrobora la máxima histórica de que si el FC Barcelona ha sido siempre un equipo de entrenadores, los blancos lo son de jugadores y ahora mismo es el equipo de Cristiano Ronaldo.

También te puede interesar:

A Zidane se le olvida la meritocracia

Marco Asensio tira la puerta abajo

El Real Madrid puede vivir de la pólvora de su ataque