Se acabaron las vacaciones para Kobe, ahora a trabajar

Kobe Bryant, de los Lakers de Los Ángeles, abraza a su hija antes del Juego de Estrellas, el domingo 14 de febrero de 2016, en Toronto (Mark Blinch/The Canadian Press via AP) MANDATORY CREDIT
Kobe Bryant, de los Lakers de Los Ángeles, abraza a su hija antes del Juego de Estrellas, el domingo 14 de febrero de 2016, en Toronto (Mark Blinch/The Canadian Press via AP) MANDATORY CREDIT

Allá donde fue, Kobe Bryant contó con una nube de periodistas que le siguieron con una fidelidad religiosa durante el All Star. Fue imposible que su presencia pasara desapercibida y llenó el evento de una carga emotiva única. Todos, desde jugadores a los coaches, desde los periodistas a la afición, trabajadores del hotel, operarios del Air Canada Centre, amigos, familia, relaciones públicas, directivos de la NBA, leyendas de la liga… No hubo nadie que no quedara tocado por el aurea que Kobe fue capaz de transmitir durante el fin de semana en Toronto.

Saboreo el momento, sonrío, recibió abrazos, regalos, complementos y para su colección tendrá un álbum con más fotos que en su propia boda. Porque Kobe, como suele hacer en las grandes ocasiones, tira del The Players Tribune para mostrar esos sentimientos que no comparte en las ruedas de prensa.    

“Emociones. La gente me estuvo preguntando sobre ello todo el fin de semana. ¿Estoy triste? ¿Estoy nostálgico? ¿Estoy ansioso? Pero no siento ninguna de esas cosas. Estoy en un buen lugar. Estoy observando. Me estoy llevando todo conmigo. Esto es lo que veo”, escribió en la web donde los jugadores tienen un hueco con sus escritos.

Kobe Bryant (derecha), de los Lakers de Los Ángeles, y LeBron James, de los Cavaliers de Cleveland, sonríen durante el Juego de Estrellas, el domingo 14 de febrero de 2016, en Toronto (Mark Blinch/The Canadian Press via AP) MANDATORY CREDIT
Kobe Bryant (derecha), de los Lakers de Los Ángeles, y LeBron James, de los Cavaliers de Cleveland, sonríen durante el Juego de Estrellas, el domingo 14 de febrero de 2016, en Toronto (Mark Blinch/The Canadian Press via AP) MANDATORY CREDIT

A continuación Kobe eligió 30 fotos que muestran su fin de semana. Esos abrazos, los momentos de soledad en el hotel, su familia, más abrazos, la compañía de periodistas y amigos, en definitiva, el último Juego de las Estrellas en el que participará jamás. Kobe se marchó justo al finalizar la última rueda de prensa. Contestó siete preguntas, cumplió con algunos compromisos y puso rumbo a Los Ángeles junto a su manager, su esposa y sus hijas.  

¿Y ahora qué? ¿Qué le queda a Kobe después de vivir despierto el sueño que todo jugador querría tener?

La dura realidad, la responsabilidad de ayudar a Los Ángeles Lakers a salir de un bache que ya dura demasiado y del que no podrán escapar este año, pero sí tras su marcha. A los laguneros les restan 27 partidos en la que será una oportunidad para resetear y empezar de cero. En Kobe reside el cometido de hacer mejores a sus compañeros, sobre todo a los más jóvenes, que son en definitiva la base de los Lakers del futuro, la apuesta accidental, el plan B de una gerencia que fracasó en su plan A con la adquisición de Dwight Howard y Steve Nash en 2012.

El jugador de los Lakers de Los Ángeles Kobe Bryant se prepara para lanzar a canasta ante la oposición de su rival del Thunder de Oklahoma City Steven Adams (derecha), durante la primera mitad del juego de la NBA que enfrentó a ambos equipos, el 8 de enero de 2016, en Los Ángeles. (Foto AP/oMark J. Terrill)
El jugador de los Lakers de Los Ángeles Kobe Bryant se prepara para lanzar a canasta ante la oposición de su rival del Thunder de Oklahoma City Steven Adams (derecha), durante la primera mitad del juego de la NBA que enfrentó a ambos equipos, el 8 de enero de 2016, en Los Ángeles. (Foto AP/oMark J. Terrill)

Para regresar al lugar en el que llegaron a estar – bañados en pomposidad, champán y éxitos - el resurgir de los Lakers pasa por configurar una plantilla de agentes libre de primer nivel, aprovechar el nuevo convenio colectivo para crear a base de talonario un escenario radicalmente distinto y en la capacidad de Kobe en dos aspectos: como tutor de futuros líderes y como cebo para atraer a nuevos jugadores de renombre en la agencia libre. 

Si su objetivo es dejar un legado todavía más amplio en los Lakers y pagar con acciones lo que la franquicia le ha dado en los últimos dos años (48.5 millones de dólares), la Mamba Negra ha de enfundarse el mono de trabajo. Aunque su gira de despedida siga acaparando los focos, aunque todos quieran disfrutar de Kobe en corto plazo, porque lo que importa a partir de este momento es qué Lakers va a dejar en el futuro.     

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