Dieciseisavos de Copa del Rey, el torneo fantasma

Conocemos ya los partidos de dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Esa Copa que a nadie quita el sueño. Ese fantasma que alborota en mitad de la noche pero al que nadie presta atención. Únicamente volveremos la cabeza, displicentes, si nuestro equipo o alguno de los grandes llega a la final.

Cada temporada llueven las criticas a la Real Federación Española por la pésima gestión de su torneo estrella. Por la necia promoción que hacen de una competición que deberían mimar al extremo. Pero igual de responsables son los clubes. Grandes y pequeños emplean sus peores onces hasta las últimas rondas, escenario inalcanzable para los segundos en la mayoría de las ocasiones. La Copa es un estorbo en el calendario para la mayoría El sistema de competición, terreno allanado para la élite, dosifica alegrías mayúsculas como las de la Cultural Leonesa, el Formentera o el Guijuelo.

¿Por qué no se juega a partido único en casa del equipo más modesto en caso de diferencia deportiva? ¿Por qué no abren la competición a todos los equipos, profesionales y amateurs, que forman la familia del fútbol español? ¿Por qué esconder los ingredientes esenciales de la épica? ¿Por qué no atender, en definitiva, las demandas de una amplia mayoría de aficionados y cambiar el formato? Un año más seguiremos gritando al cielo estas preguntas.

Decía Woody Allen que prefería los deportes al cine, el teatro o cualquier otro espectáculo porque un partido siempre era imprevisible. Es evidente que no conocía el fútbol español. El 30 de noviembre juegan 20 equipos de Primera, descansaditos, en dieciseisavos. Recuerdo las reflexiones del director y me apetece irme al cine.

También te puede interesar:

Brilla el sol en Manchester para Juan Mata

Sobre el nuevo (y más pragmático) Bayern de Carlo Ancelotti

Sterling y los mejores sub 21 de Europa en lo que llevamos de temporada