Un verdadero acto de amor de la Vinotinto

Muchas veces se pone en tela de juicio la expresión “ídolo”, “ejemplo” o “líder” cuando nos referimos a cualquier deportista. Siempre saltan quienes sostienen, con absoluto derecho, que ejemplo o ídolos deben ser los padres o maestros. Cuestiones que a veces son sólo de semántica o simplemente costumbres arraigadas entre los amantes, en este caso, del fútbol.

Pero no siempre las buenas acciones se limitan a lo individual. En muchas ocasiones el ejemplo lo da un equipo y en este caso fue la selección de Venezuela que en su totalidad tuvo un gesto de amor digno de destacar.

Pablo Ocariz es un niño venezolano de apenas 13 años que sufre de leucemia y está internado en un hospital de la ciudad de Boston, donde la Vinotinto enfrentó a Argentina por los Cuartos de Final de la Copa América Centenario.

Pablo es hijo de Carlos Ocariz, alcalde del Municipio Sucre de Caracas, y su vida está en manos de los médicos que luchan por sacarlo adelante.

Pablo es un fanático del fútbol y de la selección de su país. Y fueron los integrantes del plantel quienes le dieron la gran sorpresa al irlo a visitar, para darle fuerzas, para darle su apoyo, para darle una alegría que seguramente será una de las mejores medicinas para que este valiente niño salga adelante y viva una vida plena de felicidad.

Un gesto que Pablo jamás olvidará. Un gesto que vida, de amor y de solidaridad digno de ser destacado.

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