La Copa Libertadores y el dolor de cabeza para los equipos mexicanos

Hay mucho ruido alrededor del futuro de México en la Copa Libertadores. En 1998 que los cuadros aztecas jugaron por primera vez la Libertadores, se veía al torneo como el salvador, el que por fin haría catapultar el nivel mexicano a la par e incluso por encima del sudamericano. La experiencia que se ganaría jugando la Copa se esperaba que fuera a punto de lanza no sólo para hacerse respetar en Sudamérica, si no para ganarse el respeto mundial.

A casi 20 años de distancia y con las reformas está planteando la Conmebol, al hacer un torneo a lo largo del año natural y no del año futbolístico, la Liga MX se está pensando si seguir o no en el torneo más importante de clubes del continente.

“Hay momentos en el que los calendarios se cruzan y donde sería prácticamente imposible que participáramos…Por poner un ejemplo, podríamos iniciar con dos equipos de la liga, el uno y el dos, que iniciaran el primer semestre y que esos fuera campeón y subcampeón en Concacaf entonces el segundo semestre ya no podrían participar en Libertadores, tendrían que hacerlo en Concacaf.

“Entonces estos equipos tendrían una de dos, o tendrían que contratar más jugadores y armar un segundo equipo, o mandar a la Sub-20 o de plano decir ya no podemos participar”, afirmó en las últimas horas el presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla.

Vídeo: Declaraciones de Enrique Bonilla, presidente de la Liga MX sobre la Libertadores

La única verdad es que salvo honrosas excepciones los únicos equipos mexicanos que se han tomado en serio la Copa Libertadores han sido los denominados grandes, América, Chivas, Cruz Azul, y Pumas, más por historia que por interés han sido los únicos dispuestos a sacrificar la liga y enfocarse en la Libertadores cuando llega el momento de elegir un torneo. La Libertadores en los demás casos es plato de segunda mesa.

Para el grueso de los clubes mexicanos, en lugar de ser un torneo vitrina, en lugar de ser una prioridad, en lugar de ser un placer y un gusto que pocos pueden darse, la Copa Libertadores es vista como una obligación que conforme pasan los partidos se convierte en un lastre para la mayoría de los que califican. En los últimos años, esto ha quedado comprobado al ni siquiera darle importancia al repechaje que se jugaba con el formato anterior, donde los cuadros mexicanos no han podido acceder a la fase de grupos por esta vía desde el 2010, quedando fuera en todas las ediciones en la presente década.

Tigres, con una plantilla privilegiada, fue de los pocos equipos fuera de los grandes que te dio importancia al evento, jugó la Final del evento en 2015

Video: Tigres vs River Final de la Copa Libertadores 2015

Hay dos fechas claves para decidir si México dice adiós o no a la Copa, el 10 de octubre se reunirán los miembros de Conmebol con los directivos mexicanos para explicarles las nuevas aristas del torneo. Y el 17 de este mismo mes, el comité de desarrollo deportivo de la Liga MX le presentará a los miembros de la asamblea la información obtenida por los federativos sudamericanos con el fin de analizar la continuidad o el fin de la relación con la Libertadores.

Entre las opiniones a valorar están las de los dos últimos grandes involucrados en el torneo, el presidente de Tigres, el Ing. Alejandro Rodríguez, que ha reafirmado la importancia del evento y la necesidad de seguir y la de Jorge Vergara, dueño de Chivas, equipo que ya tiene su lugar para la edición del 2017.

“Este año lo jugamos si o si, y vamos a buscar el apoyo si las condiciones son favorables. Es muy importante que hagamos entender que la Copa Libertadores es importantísima para México. Es cuestión de llegar a acuerdos, si ellos y nosotros quieren va a ser fácil de lograr", afirmó Vergara a Raza Deportiva de ESPN.

Galería: Equipos mexicanos en la Copa Libertadores

El cambio de formato sin consultar con el fútbol mexicano, demuestra una vez más que los dirigentes de la Liga MX y federativos mexicanos no tienen el peso necesario ni en CONCACAF ni en Conmebol para hacer sentir su opinión y mucho menos para hacerse respetar en ninguna de las confederaciones.

Cómo ocurre en toda relación, habrá que ver quien quiere más, si México necesita más de la Libertadores para seguir con el roce internacional que esta le aporta a los equipos y jugadores mexicanos o si la Conmebol puede sobrevivir sin el dinero que le aporta en patrocinios y contratos televisivos la presencia mexicana en la Copa.

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