Darío Benedetto, ¿cuál mala suerte?

El festejo de su gol frente a Tijuana, celebración que consistió en simular una limpia, nos recordó que los delanteros como Darío Benedetto pueden absorber la idea de la mala suerte como parte del juego. Por un lado, la sufren en caso de sugestionarse con la creencia de ser víctimas de ella. Por el otro, la disfrutan y toman con humor al comprobar que un deporte como el balompié ofrece la constante posibilidad de convertir una mala racha en una buena racha.

Algo así ocurre con Benedetto. El atacante fue noticia durante varias semanas por lesiones y ausencia de gol en sus botines, por lo que se le adjudicó el rol de presa de la mala suerte. Tras su anotación frente al equipo tijuanense en la liga,  'Pipa' convirtió de nuevo en el partido de ida de la final de Liga Campeones de Concacaf contra Tigres.

Si de suerte se trata, la buena ya apareció. Y a Benedetto le sientan bien las finales en Concacaf. En la edición anterior anotó tres goles en el duelo decisivo en que las Águilas vencieron 4-2 a Impact Montreal. Ahora, con el objetivo del bicampeonato americanista en la zona, marcó uno de los dos goles frente al conjunto 'Felino' en Nuevo León.

Con la ventaja conseguida como visitante, a reserva de lo que ocurra en el partido de vuelta, América se perfila para repetir como monarca en el torneo, un título que lo convertiría en el club con más campeonatos en el certamen de Concacaf (cuenta con seis, llegaría a siete). Por si fuera poco, siempre y cuando lo obtenga, sería un trofeo emotivo debido al centenario de las 'Águilas'.

¿Mala suerte? Benedetto podrá contarle a sus nietos que fue un talismán positivo en las finales con América dentro de la Liga Campeones de Concacaf.

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