Un calvario más para los Dallas Cowboys

Las esperanzas, las ilusiones eran las mismas de cada arranque de temporada. Ver al equipo de sus amores arrancando con una victoria, y nada más y nada menos que contra el odiado rival, los New York Giants, y en casa, en el AT&T Stadium.

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A pesar de que su líder a la ofensiva, Tony Romo, estaba lesionado y no volverá sino hasta la semana diez de la temporada 2016, su suplente, el novato Dak Prescott, levantaba suspiros entre los fans de los Cowboys, mismos que se encargó de apagar en la segunda mitad del duelo inicial.

Parecía que los nervios no lo traicionarían en su debut, ante su gente y en uno de los equipos con mayor afición en Estados Unidos y fuera de sus fronteras. Lucía sereno, tranquilo, y lo más importante, efectivo en sus envíos. Las emociones se elevaban; casi parecía un Russell Wilson en el emparrillado.

El cambio llegó en la segunda mitad. El equipo lucía equilibrado en ataque aéreo y terrestre, pero su inexperiencia le empezó a jugar una mala pasada. Falló pases y su juego se tornó sucio, impreciso y alejado de su arranque.

Prescott consiguió 227 yardas, logro de 25 pases completos de 45 intentados. Nada mal para un novato, la cuestión es que no pudo ser efectivo en la zona roja, situación que puso a su equipo en alcance al rival, y que a la postre le costara el partido. Con un 69.4 de rating, necesitará demostrar que tiene los tamaños para suplir a Romo y sacar lo que sus antecesores no pudieron toda la temporada de 2015, ganar.

Aunque la derrota no fue únicamente su culpa. Cabe recordar que el receptor Terrance Williams tuvo la recepción final del juego, y en vez de salirse del emparrillado para darle la oportunidad de buscar la victoria con un gol de campo, quiso ganar más yardas, terminándose el reloj de juego y dándole la victoria a los NYG.

Si sólo consiguen puntos a través de goles de campo y no de touchdowns, los Cowboys, probablemente tendrán otra temporada para el olvido.

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Ahora los rumores que surgen desde los headquarters de los Dallas Cowboys es que si pronto no despierta Prescott, Mark Sánchez pudiera tomar los controles de la ofensiva, algo que no deja a los millones de fanáticos de Dallas, contentos.



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