Conoce a Tudorel Mihailescu, el arquero rumano con una única mano

Posiblemente el de arquero es el oficio más complicado del fútbol. El meta mastica las derrotas y las victorias solitariamente y debe asomarse al precipicio en cada jugada con la única ayuda del talento que sea capaz de concentrar en dos guantes sintéticos. Si falla es un villano, de lo contrario un genio.

Si cualquier arquero debería ser considerado héroe de la profesión; imagínense a uno que solo tuviera una mano para defenderse. Es el caso de Tudorel Mihailescu, un arquero del infrafútbol rumano que sigue atajando goles cada fin de semana pese a ser manco.

Gracias a James Montague (el periodista que colabora con World Soccer, NY Times, CNN y la BBC) hemos conocido una historia fabulosa de superación y amor por el deporte. Y es que a Mihailescu no están consiguiendo retirarle ni la edad, el tipo tiene 48 años en el cuentakilómetros, ni haber perdido la mano al nacer. El arquero llegó al mundo con el cordón umbilical alrededor de su mano izquierda, lo que le causó la atrofia de esa extremidad y una discapacidad de por vida.

Sin embargo, esto no detuvo a Mihailescu. Ni para ganarse la vida en una empresa de reciclaje de basuras de Bucarest ni para defender el arco del Vulcan, un modesto club de un pueblo minero del interior en la cuarta división del fútbol rumano.

Parece increíble pero la discapacidad no le ha impedido prograsar y le ha dotado de un potentísimo saque con su brazo derecho y una agilidad notable para un hombre de su edad (y físico). Y con esto compite cada semana contra delanteros veinte años más jóvenes.

Viva el fútbol modesto.

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