Riqui Puig y su gol antológico que hace soñar al LA Galaxy con renacer de las cenizas

Riqui Puig brilló con el Galaxy en su victoria sobre Philadelphia. (Shaun Clark/Getty Images)
Riqui Puig brilló con el Galaxy en su victoria sobre Philadelphia. (Shaun Clark/Getty Images)

No han sido los días más luminosos para el LA Galaxy, pero Riqui Puig quiere cambiar la trama. El equipo dorado de la Major League Soccer (MLS) vive su peor momento en muchos años. Son los más ganadores de toda la historia (cinco campeonatos de Liga), pero su presente está a años luz de ese brillante currículo. Actualmente marchan en el penúltimo sitio de la Conferencia Oeste. Los números no podrían ser más tristes: 22 puntos en 21 juegos. Únicamente superan al Colorado Rapids (17 puntos en 21 partidos).

Pero los equipos grandes siempre están obligados a levantar la cara. No es una opción, sino una obligación. Y esa es la encomienda que se ha adjudicado el equipo dirigido por Gregg Vanney. El rival de enfrente no era fácil. Philadelphia Union, uno de los equipos más sólidos de la Conferencia Este. Aunque el desempeño general del Galaxy ha sido negativo, una extraña racha les ha acompañado en las últimas semanas. No pierden un partido en Liga desde el 27 de mayo (0-1 contra Charlotte, de visita).

Eso no debería ser fatal, todo lo contrario. El problema es que les cuesta un mundo ganar. Desde aquella derrota, han permanecido invictos por seis partidos: dos victorias y cuatro empates, hasta antes del duelo con Philadelphia (contando juegos de Liga, porque en Copa sí han perdido). Esa irregularidad tiene sentido cuando se observa el plantel y su valor: 42 millones de euros, según Transfermarkt. Ni muy caro muy barato (el treceavo en la MLS). Sin embargo, hay clubes con menos recursos que están haciendo más en el actual curso: New England, Columbus Crew y Nashville, por mencionar algunos ejemplos.

Pero la sangre de equipo grande e histórico los impulsó el sábado en casa, en el Dignity Health Sports Park. Y el comandante del día, como en las últimas semanas, fue Riqui Puig. El mediocentro formado en el Barcelona se ha cargado al hombro a los angelinos de manera obligada. No está Javier Hernández, delantero estrella del club. Y Puig, con esa estirpe de jugador fino en el ADN, ha hecho lo que mejor sabe: generar juego. De sus pies nació el 1-0. Con una jugada en la que soportó una férrea marca, esperó a Mark Delgado y le dio el balón. El mexicoamericano puso un servicio excelso para la definición de Tyler Boyd, que tuvo la colaboración del portero rival Bendik. Gol.

El empate llegó por obra de Mikael Uhre. El danés aprovechó que un remate previo había dejado descolocado al portero del Galaxy, Klinsmann, y empujó el balón con comodidad. La noche había caído en Los Ángeles en dos frentes: en el cielo y en el campo. Pero el futbol tiene esas cosas. Cuando el partido se le complicaba a los anfitriones, una jugada accidentada les devolvió la ventaja. Un córner cobrado por Douglas Costa cobró un efecto peligroso: cerrado y próximo al arquero. La amenaza de Chris Mavinga, central de LA Galaxy, confundió a los defensores de Philadelphia. El balón se filtró por un resquicio y, tras pegar en Olivier Mbaizo, se metió al arco.

LA Galaxy quería amarrar el triunfo en casa. Douglas Costa intentó hacer daño con el método que ya le había funcionado: lanzamientos lejanos con efectos impredecibles. Pero fue Riqui Puig el jugador que cerró el triunfo. A su modo. Asociación, técnica y golpeo de balón. Después de honrar la tradición colectiva de La Masía, la escuela en la que se formó desde niño, golpeó el balón con fuerza y precisión. Fue el broche perfecto para una noche que se extrañaba para esta franquicia.

La buena racha del último mes ha puesto al Galaxy a la puerta de la zona de reclasificación. La parte baja de la Conferencia Oeste es tan pareja que entre los angelinos, que están en el puesto trece, y Vancouver (puesto nueve), apenas hay tres puntos de diferencia. Tienen un camino complejo, pero ya han revertido la mala inercia del año. Vendrá el parón por la Leagues Cup a finales de este mes, por lo que saben que no pueden dejar ir más puntos. Ahora necesitarán constancia y que la inspiración de Riqui Puig siga firme.

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