Pumas UNAM y su deplorable su afición atacando a su propio DT, Rafael Puente

Los aficionados de Pumas despidieron de esta manera a Rafael Puente después de caer contra Pachuca (Foto de: Manuel Velasquez/Getty Images)
Los aficionados de Pumas despidieron de esta manera a Rafael Puente después de caer contra Pachuca (Foto de: Manuel Velasquez/Getty Images)

Rafael Puente y Pumas le pusieron fin a su relación laboral. El estratega quedó relegado de su cargo con el equipo auriazul después de caer frente a Pachuca en casa y ser menospreciado por la afición del conjunto felino. Como ya es costumbre, los aficionados de Pumas despidieron a su equipo y a su ex entrenador con una lluvia de objetos y cerveza, cuestión que se repite continuamente cuando los resultados no son los esperados y que solamente avergüenzan a la institución.

La protesta de los fanáticos auriazules únicamente retrata el complejo de superioridad que creen tener. La afición de Pumas es una de las más necesitadas de resultados positivos y su directiva solamente les ha entregado todo lo contrario porque no cuentan con las bases sólidas para poner en marcha proyectos sustentables, sus limitaciones económicas – principalmente – son las que no permiten el desarrollo del equipo. Sin embargo, la percepción de la realidad totalmente distorsionada de los auriazules, los hace exigir cosas de manera inadmisible.

Después del encuentro frente a Pachuca, los seguidores universitarios dejaron ver su frustración de una forma deplorable. Mientras que Rafa Puente se marchaba por el túnel que lleva a los vestidores y su entrada está a los pies de la grada del Palomar, los aficionados se acercaron lo más que pudieron a la entrada del pasadizo y comenzaron a arrojarle cerveza y vasos vacíos, además de una conjunta silbatina, insultos y el grito de “Fuera Puente”, así avivando sus impulsos más primitivos.

Bastaría con dejar de apoyarlos asistiendo al estadio o dejar de consumir todo lo que emana de ellos como producto. Los hechos acontecidos después del partido no generarán cambio alguno, incluso, resultan en un ambiente hostil entre los propios jugadores y su afición, misma que queda retratada por su lamentable conducta.

La realidad de los Pumas se sustenta en ser un equipo que depende de sus propios canteranos, pues no tienen el sustento amplio para hacer contrataciones despampanantes, ni de técnicos ni de futbolistas. Aunque lo intentaron hacer con Dani Alves, todo resultó en una pifia en todos los sentidos y en ese momento, los seguidores volvieron a repetir el performance: celebraron con bombos y platillos la incorporación del jugador brasileño, a pesar de que era un veterano y tenía años sin ganar algo importante, y cuando no resultó lo que esperaban en un lapso de pocos meses, también comenzaron a abuchearlo y rompieron la armonía.

Cuando estos escenarios se presentan, regularmente, el primer nombre que hace eco en el estadio de los Pumas es el de Hugo Sánchez. El aficionado puma promedio ni siquiera conoce la propia historia de su equipo o resultados y se mantiene esperanzado a que el Pentapichichi regrese y su ciclo sea igual de fructífero que cuando fueron bicampeones bajo su mandato. Sin embargo, piden el nombre de alguien que lleva años sin dirigir, que fue a España con el Almería y fracasó. En México dirigió a Pachuca y también pasó con más pena que gloria. Y ya ni hablar de su estancia en el banquillo de la Selección Mexicana. Solo tienen le tienen fe por ser el ícono de equipo. Aun así, cuando Hugo salió de Pumas en 2005, también le arrojaban cualquier cosa que se encontraban a su paso.

El equipo del Pedregal mantiene su estructura como mejor le ha funcionado: formar buenos canteranos y venderlos a otros equipos para solventar la parte financiera. Pumas mantiene esa filosofía y mientras le resulte favorable, nada va a cambiar. Pero toda esta cuestión directiva es la que le cuesta trabajo reconocer a su afición, quienes tienen la certeza de que su equipo solamente está mal dirigido porque cuentan con una gran plantilla o viceversa.

La afición universitaria no entiende el papel dentro del futbol que su equipo desempeña y cuál es el negocio que lo beneficia. Su cegado fanatismo y comportamiento retratan lo que el mismo Rafa Puente señaló en conferencia de prensa: “Puedes ir más abajo”. La actitud y comportamiento de la fanaticada puma es repetitiva y seguirá presentándose hasta que no comprendan el funcionamiento de su equipo.

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