Unzué: "Quintana corre el Giro de Italia para ganarlo"

El director del equipo Movistar, Eusebio Unzué (izquierda), junto al ciclista colombiano Nairo Quintana. (AFP | Gerard Julien)
El director del equipo Movistar, Eusebio Unzué (izquierda), junto al ciclista colombiano Nairo Quintana. (AFP | Gerard Julien)

“Nairo Quintana corre el Giro (de Italia) para ganarlo. Él hace parte de ese grupo de ciclistas que tienen una ambición fuera de lo común. No va a correr para ser segundo. Puede hacer segundo o tercero pero después de haber intentado ganar”.

Quien habla es Eusebio Unzué (Orcoyen, 1955). Un gran comunicador. Quizás ahí está la razón de su éxito como mánager general del Movistar Team. El navarro lleva 38 años como director deportivo de ciclismo. Casi cuatro décadas “leyendo” las carreras para explicárselas de la mejor manera a sus corredores. 7 Tours de Francia, 3 Giros de Italia y 4 Vueltas a España lo inscriben como uno de los míticos directores europeos de este deporte.

En esta entrevista, Unzué es claro y determinante frente a la pregunta de cuál será el papel de su equipo y el ciclista sudamericano en el Giro del centenario, que comienza el viernes 5 de mayo en Alghero (isla de Cerdeña). Carrera en la que el colombiano es uno de los máximos favoritos.

/ Europa Press

Quintana tiene la disciplina de Miguel Induraín, la fuerza de Lucho Herrera en la montaña y la valentía de Bernard Hinault, ¿qué le agregaría?
Creo que es un chaval acorde con los tiempos. Sabe ver a sus rivales. Tiene tal fe en sí mismo que está convencido que lo que corre lo puede ganar y esto probablemente sea el elemento más diferenciador frente a los demás corredores que he conocido. No sé esa genética de dónde le viene. Es algo más que una ambición. Nada lo amilana. Todo lo contrario. Si alguien lo derrota un día, eso es un aliciente para tratar de vencerlo al siguiente.

¿Un director deportivo de ciclismo se compone de…?
Es muy importante haber sido corredor, porque te da una perspectiva de todo lo que rodea el deporte. Lógicamente hay que decir que no todos los corredores vayan a ser buenos directores, porque hay chavales que tiene menos criterios, que tienen capacidad de ver y hacer las cosas pero no de interpretarlas y explicarlas. Y luego, como todo, primero tienes que comenzar con dejar de ser ciclista y luego empezar a ser director.

¿Qué es dirigir un equipo ciclista?
Es un deporte que te obliga a improvisar permanentemente. Nuestro campo de fútbol es la carretera, que unos días es para arriba, otros para abajo, otros llana. Otros con viento de costado y otros con 30 grados de temperatura. Y otros, hace frío y llueve. Tú sales con una etapa dispuesta, les has contado a los chavales lo que quisieras que ellos hagan, pero luego, cambia de repente. No te enfrentas contra otros 10, 9 u 8, no, no. Son 24 equipos más, que van con el mismo objetivo. Salen doscientos para que gane uno solo. ¿Qué ocurre?, que tienes que improvisar, porque esa fuga que pensabas que no se iba a hacer, se ha hecho y ahora tienes que cambiar tus planes. Es un deporte que hay que ir leyéndolo conforme vayan pasando los momentos. Obliga a ser un buen estratega y tener esa visión global y general de todo cuanto ocurre en la carrera.

¿Cree que su nombre, después de todos los triunfos, se pueda escribir en la lista de los legendarios directores. Tipo Peter Post, Cyrille Guimard, Jean de Gribaldy o su maestro, José Miguel Echávarri?
No me voy a considerar con méritos para todas esas cosas. Al final, quien considere que así debe ser, a uno se lo regalará. Realmente tampoco estoy para hacer historia. Estoy en esto porque me gusta y me sigue encantando este deporte, me lo paso muy bien, es verdad que sufro mucho. Sufro mucho, en el sentido de que el grado de implicación es total. Sigo viendo a Peter Post como un fenómeno con el Ti-Raleigh o el Panasonic. Crecí viéndole a él, como a mi tocayo Eusebio Vélez, al frente del KAS, en aquella época, o a Antón Barrutia, Giancarlo Ferreti, son maestros que me ha enseñado mucho y no he parado de aprender. Tan poco pretendo instaurar un modelo, me he dedicado más que a enseñar, a tratar de aprender y de actualizarme cada día.

José Miguel Echávarri se jubiló a los 60 años, usted seguirá sus pasos (tiene 62), ¿ve pronto su retiro? ¿Ha fijado una edad para dejarlo? ¿Al hacerlo, volverá a la industria familiar del pienso en Orkoyen?
Ya llevo dos años más (ríe). Y la industria familiar la llevan muy bien dos hermanos que están al frente de ello. La verdad es que me siento con fuerzas. Me siento aún con la responsabilidad y creyendo que pueda aportar cosas. Los ciclistas siguen siendo mis ídolos. Y cada vez más, porque el nivel de exigencia es mayor. Y yo, mientras no aparezca ese día que diga: “Eusebio, esto ya…” (resopla). No me satisfaga o no me sienta capaz, seguiré trabajando para mantener este gran grupo.

Movistar Team, en la Volta a Catalunya 2017. (AFP Photo/Josep Lago)
Movistar Team, en la Volta a Catalunya 2017. (AFP Photo/Josep Lago)

¿Cuál es su clave para el éxito?
Ha sido vital para nosotros la paciencia que han tenido nuestros ‘sponsors’. Siempre reseño esto porque parece un piropo o que es fácil, pero es así. Creo que ellos han sido la clave, porque mientras han estado, han tenido una capacidad para creer en los programas y los objetivos que nos marcábamos. Siempre han priorizado la parcela deportiva y ninguno de ellos ha intentado a hacernos cambiar las cosas por intereses y esto ha sido un privilegio que ha sido vital para conseguir, en tantos años, grandísimos resultados.

En tono de broma, ¿en quién abdicará Eusebio Unzué su corona del Movistar Team: Pablo Lastras, José Luis Laguía, Chente García Acosta, José Luis Arrieta o José Luis Jaimerena?
(Ríe) Todos ellos son hombres de la casa. Creo que también tienen esas connotaciones históricas de lo que ha sido este equipo, con unos determinados valores, pero puede parecer, por los nombres que has dicho, tradicionales, pero a la vez tenemos dentro de la estructura, gente que nos actualiza para llevar tantos años en esta exigente vida. Eso es un poco lo que tenemos, la veteranía de los Jaimerena, José Luis Laguía, que están desde el nacimiento o estuvieron desde el nacimiento de este equipo; luego, los Chente y Arrieta, que estuvieron desde la época de Banesto al Caisse d’Epargne; y ahora Pablo, más actual, que estuvo en los dos anteriores y Movistar. Ellos están un poco contagiados de un modelo a seguir. Cada uno reporta lo que consideramos para llegar a la dirección técnica del equipo. Con unos estándares para asegurar la continuidad y luego, todo ese grupo humano que nos dota de ese conocimiento y actualización permanente de todo, que hace que sigamos siendo una estructura, que aún nos permita llegar a corredores atractivos para poder conseguir grandes objetivos.

Su hermano, Juan Carlos, es asistente técnico de Luis Enrique, en el FC Barcelona. Entre su hermano y usted, ¿comparten consejos sobre sus respectivos deportes?
Compartimos el espíritu. Somos muy respetuosos cada uno del otro. Hay momentos que compartimos porque hay muchas cosas en común, pero las pocas veces que nos encontramos, lógicamente por las ocupaciones de ambos, el vive en Barcelona y yo en Pamplona, no es fácil juntarnos todos. Y cuando lo hacemos, es más fácil hablar de fútbol que de ciclismo.

Con Telefónica, la estructura de Abarca Sports completará, al final del contrato en 2019, la temporada 40 en el ciclismo. ¿Richard Carapaz, Marc Soler, Rubén Fernández son nombres sobre los que se edificará un nuevo proyecto de cara al futuro, para seducir al mismo u otro nuevo patrocinador?
Es importante destacar esto, con los chicos actuales y el futuro, que crece dejando destellos brillantes por ahí, de su calidad y que de seguro en tres o cuatro años serán el relevo generacional de nuestros actuales líderes o que podrán compartir responsabilidades, que Nairo aún es un crío. Y lógicamente, con el trabajo de todos ellos y los resultados, sigamos un poco dando motivos a Telefónica, en este caso, de que continúe. Para nosotros es un grandísimo ‘sponsor’, una gran multinacional que nos da el confort y esa tranquilidad de poder marcarnos objetivos, vitales para conseguir muchas de las cosas que nos han llegado.

Una última, ¿cómo ve el horizonte del futuro del ciclismo en España, con ustedes cómo único equipo en el UCI World Tour?
Visto desde el enfoque de la historia de nuestro deporte, es muy triste porque ha desaparecido parte y la esencia de este deporte. Pero, por otro lado, con la satisfacción de que ha desaparecido, como consecuencia de la obligación de un atractivo mundial más interesante que el anterior. Sí que es verdad, yo aquí lo veo como algo muy penoso, porque en este país, si tuviésemos otros dos equipos estilo Caja Rural, en esa segunda división, sería una oportunidad para muchos chavales, que no la pueden tener porque no existen estas estructuras y que seguro, un poco por la genética de este país, volvería a dar muchos más corredores. Ahora estamos, diríamos, terminando de consumir la generación que creció a la sombra de los Pericos, los Induraín, la generación de los 90. Lógicamente, hay muchas menos carreras, hay muchos menos equipos, con lo cuál, las posibilidades de que crezcan chavales son mucho menores, pero también estamos cerrando una época impresionante que ha tenido España con Alberto Contandor, Alejandro Valverde, ‘Purito’ Rodríguez, Oscar Freire. Corredores que en estos últimos 15 años han puesto este país, con la fortuna de tener grandes líderes durante tantos años. Sobre los nuevos prospectos, espero que tengan continuidad pero esto se ha reducido muchísimo al no haber equipos. Confío que de la misma manera como fue la crisis que se llevó todo por delante: equipos y organizadores, espero que esta mejoría que está viviendo el país, aunque no se pueden echar cohetes al aire, que ayude a rescatar alguna estructura más, algunos organizadores y ‘sponsors’, para que sigan confiando en lo que representa este deporte de cara al país.

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