El mejor ciclista del mundo

Peter Sagan es un ciclista diferente. Nacido en Zilina (Eslovaquia) un 26 de enero de 1990, el actual portador del maillot arcoiris, como Campeón Mundial de Ruta, se sale de la norma y de la regla. No tanto por su pelo largo -al mejor estilo del mítico holandés Henk Lubberding- ni por ser el deportista sobre una bicicleta con mayor salario. Se dice que recibe por temporada 6 millones de euros de parte de los alemanes del Bora Hansgrohe. Simplemente, porque es el mejor ciclista del mundo.

Peter Sagan, Kuurne, Bélgica. EFE/EPA/JULIEN WARNAND
Peter Sagan, Kuurne, Bélgica. EFE/EPA/JULIEN WARNAND

Sagan es distinto. Pero no porque se haya ganado cinco veces seguidas el maillot verde de la clasificación por puntos del Tour de Francia (del 2012 a 2016, ¡este año quiere el sexto!), o porque haya cruzado primero la raya de meta para ganar dos Campeonatos Mundiales de Ruta seguidos (Richmond 2015- Doha 2016), como Rik Van Looy (1960-1961), Gianni Bugno (1991-1992) y Paolo Betinni (2006-2007). Ni porque, gracias a su fichaje, el Bora Hansgrohe haya dejado de ser un equipo de la segunda división, Profesional Continental, en 2016, para pasar a la máxima categoría: UCI Pro Team en 2017. En ciclismo, Sagan es sinónimo de ser original. Un artista que habla sin tapujos y emite verdades como que se aburre en el pelotón y por eso le gusta ir siempre al ataque. De frente, contra el viento. No importan que pierda o gane, lo urgente es salir de esa monotonía de dar pedaladas dentro de lo que un especialista bautizó “serpiente multicolor”.

Peter Sagan es singular. Tiene un talento natural para manejar la bicicleta. Deporte al que llegó a los 12 años, al apuntarse en un club de Zilina para practicarlo; después de probar en el fútbol, baloncesto y hockey, siguiendo la estela de su hermano Juraj, dos años mayor. Peter Sagan es único. Porque ganó en ciclocross y mountain bike. Y desde que es profesional, los papeles se invirtieron. Ahora es su hermano quien va detrás de su rueda. Así ha sido luego de que comenzaron sus carreras en el modesto Dukla Trencin Merida (2009), en Eslovaquia. Posteriormente Juraj lo ha acompañado en el Liquigas (2010-2012), Cannondale (2013-2014) y Tinkoff (2015-2016). Sagan es leal. Quizás por ello, después de cinco años de ganar consecutivamente el Campeonato de Eslovaquia de Ciclismo en Ruta (2011-2015), el hijo de Helena y Lubomir haya decidido “regalarle” el de 2016 a su hermano, Juraj, que en esta temporada luce orgulloso la bandera roja y azul en el pecho del maillot del Bora.

Eurosport Videos – UK
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Peter Sagan es grande. No solo físicamente, mide 184 centímetros y pesa 72 kilos, porque recién comenzada la temporada de clásicas belgas, de adoquines, muros y carreteras estrechas, se ha mostrado en un nivel superlativo: fue segundo en la Omloop Het Nieuwsblad y primero en la Kuurne-Bruselas-Kuurne. Con esta competencia llegó a su triunfo 90 desde que se hizo profesional a los 19 años. Todavía muchos aficionados recuerdan su primera victoria en el World Tour, durante la tercera etapa de la Paris-Niza, de 2010. Cuando venció a Joaquim Rodríguez, Nicholas Roche, Jens Voigt y Toni Martin. Hoy, con 27, en la plena madurez de un ciclista, es el máximo favorito para monumentos como la Paris-Roubaix y la Milano-Sanremo. Carreras a la medida de su palmarés, que lucirían muy bien al lado de su Tour de Flandes 2016 o el Campeonato Europeo de Ruta, del mismo año.

Peter I, el de Zilina, es flamante. Lo que en el fútbol es discusión diaria, Messi o Ronaldo; Ronaldo o Messi, en el ciclismo está claro: el mejor deportista profesional sobre una bicicleta de ruta se llama Peter Sagan. Ni hablar de Chris Froome, ese robot que se prepara y mentaliza cada año para hacer suyo, al mejor estilo científico del Sky, el Tour de Francia; ni citar a Nairo Quintana, el colombiano que año tras año suma créditos para ser el Raymond Poulidor del siglo XXI. El mejor es el eslovaco y punto.

Peter Sagan, en Gante, Bélgica. EFE/EPA/JULIEN WARNAND
Peter Sagan, en Gante, Bélgica. EFE/EPA/JULIEN WARNAND

Peter Sagan es un monstruo sobre la bici. No lo dice este servidor, lo dice la última clasificación del UCI World Tour de 2016. Sagan fue el primero de este termómetro el año pasado con 669 puntos. 60 más que el colombiano del Movistar y 105 por encima del británico nacido en Kenia. Clasificación en la que espera reincidir al final de temporada, en lo más alto, para felicidad de él mismo, su esposa, Katarina, y de todos sus seguidores, en las cunetas de las carreteras del mundo. Quizás lo vuelva a celebrar como mejor le gusta: preparando risotto y tomando una copa de vino en su residencia actual en Mónaco. ¡Salud!

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