¿Tendrán Angelici y Mitjans la grandeza de renunciar?

Se destapó una nueva olla. Otra vez el escándalo envuelve al fútbol argentino, esta vez de manera directa a uno de los grandes, Boca Juniors.

Su presidente Daniel Angelici fue desenmascarado. ¿Cuestiones políticas? Poco importa la razón, si es perseguido o si es una “vendetta”. Lo único que realmente interesa es la impunidad con la que actúan estos personajes escudados en el poder que ostentan.

Pero lo que más sorprende y llama la atención es que las escuchas telefónicas donde habla con Fernando Mitjans, Presidente del Tribunal de Disciplina, y con Luis Segura, el entonces presidente de la Asociación del Fútbol Argentino hayan sido hace dos años. ¿Por qué aparecen ahora y no en su momento? ¿Quién está detrás de toda esta maniobra?

Que quede claro: de ninguna manera se trata de justificar ni de restarle importancia a semejante desatino. Que un presidente de una institución del poderío y prestigio de Boca Juniors llame a estos dos personajes para pedirles “favores” son actos repudiables y merecedores de las más duras sanciones.

Tanto Angelici como Mitjans deben renunciar a sus funciones. De nada valen las especulaciones de que “todos los dirigentes (sobre todo de los clubes grandes) hacen lo mismo”. Si es así que se muestren las pruebas como se han mostrado estas.

La corrupción abarca un amplio espectro. Este caso es uno de ellos. Pero también lo es cuando se deja actuar a los dirigentes con ciertas “libertades” poco ortodoxas.

En Independiente se habló durante años de la aparente mala gestión de Julio Comparada. En River Plate, cuando asumió Daniel Passarella, se denunciaron hasta el cansancio los supuestos turbios manejos de su antecesor José María Aguilar y lo mismo ocurrió cuando Rodolfo Donofrio sucedió al mismo Passarella, al que también (teóricamente) se sigue investigando.

Lo cierto es que nada hasta el momento se ha demostrado. Ninguna de esas denuncias ha sido comprobada.

¿Para qué tanto alboroto si después queda todo en la cuenta del olvido? ¿Algún día se llegará a la verdad? ¿Tanto tiempo se necesita para hacer una auditoría?

Preguntas, por el momento sin respuesta. Sería muy sano que ya sea a favor o en contra de los denunciados y denunciantes, se llegue a la verdad.

Volviendo al tema Angelici-Mitjans-Segura, hay que llegar hasta las últimas consecuencias. Pero al mismo tiempo habría que investigar porque se demoró dos años en ser denunciado, quien encajonó esas escuchas y porque recién ahora se conocen, sino todo seguirá en la nebulosa, tapando actos de corrupción que no hacen más que seguir manchando la pelota…

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