River y un buen momento para mejorar

Foto: EFE/David Fernández
Foto: EFE/David Fernández

Hasta el momento no ha sido un buen arranque de temporada para River Plate en el plano futbolístico. Se podrá poner como “excusa” que esto recién comienza, que el grupo aún está duro producto de la fuerte pretemporada, que hay que acomodar piezas, etc etc…En fin, la misma justificación que suelen acusar todos por igual.

Hasta el momento jugó dos partidos: uno con Racing por la Copa Libertadores y el debut en la Superliga ante Huracán. En ninguno pudo convertir goles. Es cierto, tampoco recibió. Pero al fútbol se gana haciéndolos, no impidiéndolos.

River no incorporó en el este mercado. ¿Puede eso pasarle factura? Es muy posible. Nadie conoce los motivos reales. Los rumores señalan que tiene problemas financieros y/o económicos, aunque suena inverosímil tratándose de una potencia y eso jamás fue motivo de inhibición al respecto.

El propio Marcelo Gallardo, un técnico que ha dado estupendos resultados a nivel internacional pero que aún tiene un saldo negativo en lo que respecta al torneo local (más allá de la conquista de dos Copas Argentinas).

El mejor ejemplo es que en el último no pudo alcanzar los puestos de clasificación a la Copa Libertadores 2019 y ahora depende de ganar la presente edición de la misma o lograr el Tri de la Argentina para no quedar afuera el próximo año.

Gallardo, a quien se lo candidatea para la selección argentina (aunque él mismo no esté convencido aún de tomar las riendas de esa pesada responsabilidad), fue contundente el pasado domingo tras el empate en Parque Patricios: “Fue un partido horrible”, declaró con una sorprendente autocrítica.

Pero como el fútbol siempre da revancha, River tiene frente a si tres partidos donde esa deslucida imagen que en lo futbolístico brindó en este inicio de temporada, cambie.

Llegan tres partidos consecutivos en el Monumental que, de acuerdo a su capacidad, debería afrontarlos con grandeza.

El primero ante Belgrano. Sí, el conjunto cordobés que le infligió el peor recuerdo de su rica historia: el descenso al Nacional B.

Pero este Belgrano no es aquel de 2011 y en los papeles aparece como un rival accesible. Luego llega Argentinos Juniors, tal vez con más solidez pero que no debería ser un problema como visitante.

Luego la guinda del postre: la revancha ante Racing por los Octavos de Final de la Libertadores. Ahí cualquier pronóstico es muy complicado de acertar. Son dos de los grandes del fútbol argentino y en materia de torneos continentales, el conjunto de Avellaneda ejerce un cierto paternalismo que es inversamente proporcional al que River posee a nivel local.

River tiene con qué responder, sobre todo si se basa en su solidez defensiva encabezada por un arquero de demostrada jerarquía como lo es Franco Armani, una fortaleza bajo los tres palos.

Muchos lo critican por su titubeante partido ante Francia en el Mundial. Injusto por donde se lo mire teniendo en cuenta que el rendimiento general del equipo en Rusia fue decepcionante en todos los sentidos de la palabra.

De todas manera su lugar como titular en al Albiceleste es indiscutible. ¿Quién podría pelearle el puesto? Tal vez Gerónimo Rulli, el propio Sergio Romero o Agustín Marchesín. Son los tres más capacitados para esa función. Nahuel Guzmán podría correr pero atrás de los nombrados.

River tiene una gran oportunidad de crecer, de avanzar en la Libertadores en un estadio que estará repleto y con toda su gente apoyando. Es el momento de demostrar que es candidato en todos los frentes.

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