Yahoo Noticias Nacho Fernández, un bien impagable como el agua corriente
Nacho Fernández es en el Real Madrid lo que el agua corriente en los hogares civilizados. El chorro claro y fresco que nunca falta cuando abres el grifo. Una bendición que solo valoras en su justa medida cuando falta. A medio camino entre la exuberancia física de Raphael Varane o la jerarquía de Sergio Ramos, Nacho es oro para Zidane porque las tres virtudes que le adornan harían a cualquier defensa en cualquier equipo del mundo: comete muy pocos errores, es polivalente y es un ganador nato.
Frente al Tottenham eché de menos la sobriedad del canterano. Me ocurre siempre que Varane, eterna promesa a la sombra de Pepe y Ramos, entrega uno sus clásicos momentos de desconcierto. Con Nacho en cualquiera de las cuatro demarcaciones de la zaga ese tipo de situaciones pasan a cotizar bajísimo en las casas de apuestas. No es el más alto, ni el más fuerte ni el más rápido, pero Fernández es uno de esos futbolistas que barnizan su fútbol de templanza y coherencia. Nacho, en definitiva, sabe de qué va esto.
En el centro de la zaga, su posición natural, ha aprendido a extinguir incendios por anticipación y concentración pero además ha crecido indiscutiblemente en las acciones de uno contra uno. El Nacho actual es correoso en las distancias cortas y pegamento puro por su capacidad para leer el espacio por donde atacará el rival. En la banda izquierda, antiguo talón de Aquiles, se ha convertido en un lateral tenaz que siempre se incorpora con sentido al ataque.
Con 26 años, está listo para entregar los mejores años de su carrera en el Real Madrid y en la Selección española.
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