Mundial de Rusia: la 'Roja' también se estrenó en Barcelona
Cuando Sergio Ramos y Cristiano Ronaldo, los dos capitanes de España y Portugal, se estrecharon las manos, antes de empezar el partido que los enfrentó en su estreno en el Mundial de Rusia en Sochi, a tres mil kilómetros en línea recta, los espectadores en el Campo del Águila (Camp de L’Aliga en catalán), en Barcelona, estallaron en gritos de emoción y vivas.
En ese pequeño campo de césped sintético, que es gestionado por el Club Esportiu Europa, desde las seis de la tarde del viernes se abrieron las puertas a las casi 2000 personas que asistieron para ver en pantalla gigante, desde la única tribuna del complejo, el duelo de los dos seleccionados ibéricos que terminó con empate a tres goles.
“Es como estar en Rusia sin moverse de Barcelona”, dijo una septuagenaria que siguió todo el juego con su amiga, arropadas en una bandera rojigualda. Como los demás espectadores, ella reclamó el VAR cuando el árbitro Gianluca Rocchi pitó el penalti a Ronaldo y saltó en el minuto que Andrés Iniesta tuvo en sus botines la oportunidad de anotar el segundo gol español.
Gloria, otra de las aficionadas en la tribuna, no se amilanó ante la mayoría de forofos españoles y uno que otro abucheo. Ella no paró de agitar su bufanda con los colores rojo y verde de su natal Portugal. “Es una alegría muy grande”, comentó entre los gritos, al momento del gol de falta anotado por Cristiano Ronaldo, para completar su tripleta de la tarde
Con el aire todavía viciado por la destitución de Julen Lopetegui, muchos de los presentes ovacionaron y aplaudieron muy fuerte cuando la cámara enfocó la cara del míster que lo reemplazó, Fernando Hierro.
Antes del juego, la música corrió por cuenta del grupo Los Sembraos que, desde la tarima, se encargó de subir la temperatura a ritmo de rumba catalana y flamenco. Entre el ola y ola que hacía la multitud en la tribuna, como si se tratara de otra sede del Mundial de Fútbol, la gente vivió una fiesta multicolor donde no faltaron ni la venta de souvenirs y muchos menos los bocadillos ni la cerveza. Hasta Naranjito, la mascota del Mundial de España, se paseó por el lugar para no perderse detalle alguno.
Organizado por la plataforma Barcelona con la Selección (BCLS), los seguidores de la ‘Roja’ en Barcelona pudieron volver a ver un partido en pantalla gigante en la ciudad. No lo hacían desde 2016.
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