La "Rosa Venenosa" se arma de pintalabios y puños a favor del colectivo LGTBI
Cuando nació le pusieron el nombre masculino de Somros Polcharoen. En la niñez, su tío, luchador profesional de este deporte, les inició a ella y a su hermano gemelo en los secretos del Muay Thay, una de las más duras artes marciales existentes y casi una religión en Tailandia donde se empieza a practicar a muy temprana edad.
“Desde pequeños, hemos tenido la costumbre de pelear. Pero ella siempre ha sido más fuerte que yo“- afirma su hermano Somrak. Ambos, llevan el Muay Thay en la sangre.
A los 14 años declaró abiertamente su sexualidad y a la vez que comenzaba a destacar en este deporte comenzó a usar ropas femeninas.
“Cuando comencé a vestirme de mujer, tenía miedo de que la gente no lo aceptara”– afirma.
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Tailandia tiene fama de ser un país tolerante con la homosexualidad pero realmente es una sociedad muy conservadora. Por ejemplo, hasta el año 2012 la transexualidad era considerada una enfermedad por parte del ejército. Además, a día de hoy, el cambio de género no está permitido en los documentos de identidad, lo que dificulta el seguimiento ginecológico y los trámites burocráticos a las personas en esta situación.
“En mi pueblo todo el mundo me conocía y por lo tanto era fácil, pero fuera de la allí, algunos boxeadores me miraban mal y aseguraban que un transexual no podría ganarles“- recuerda.
Actualmente con 22 años es conocida en el mundo pugilístico como Nong Rose (Rosa Venenosa) y cuenta con más de 150 victorias sobre fornidos luchadores Thai logradas sobre cuadriláteros donde la tradición no permite siquiera a los hombres ser tocados por una mujer.
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Ella, orgullosa de lo que es, se sube al ring maquillada y luciendo una larga y cuidada cabellera negra. Su lucha no sólo es contra el rival de turno sino que en cada velada, cada golpe lanzado o encajado forma parte de su lucha contra la discriminación sexual que lamentablemente la ha tocado sufrir.
“Lo que quiero es que todas las compañeras transgénero que se sientan deprimidas se levanten y luchen. Todos somos buenos en diferentes aspectos o trabajos: si se persiste, un día se alcanza el éxito“- afirma esta luchadora en el más amplio sentido de la palabra.
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