Así es Liz Cambage, la estrella de la selección australiana de baloncesto

Elizabeth Cambage nació en Londres hace 27 años, de padre nigeriano y madre australiana. En su perfil de Twiter se define como jugadora, DJ y diseñadora. Mide 2,03 y pesa 98 kg y sus números con la selección Australiana en el Mundial de Baloncesto Femenino que se está disputando estos días en Tenerife son de escándalo.

Ha metido 58 puntos en los dos partidos que hasta la fecha ha jugado con Australia en esta competición. En el primero frente a Nigeria consiguió 34 puntos, 12 rebotes, 2 asistencias y 4 tapones en apenas 26 minutos. En el segundo contra Argentina hizo 24 puntos y 6 rebotes en tan solo 17 minutos sobre la pista. Su selección se llevó el encuentro en ambas ocasiones y mañana se enfrentará a Turquía en la tercera jornada del campeonato.

Liz es una de las figuras de la WNBA, donde este curso ha establecido un nuevo récord de anotación en la competición con su equipo, Dallas Wings, el pasado 17 de julio, al conseguir nada menos que 53 puntos en la victoria de su formación ante el New York Liberty.

Además de su calidad como jugadora, Liz posee una personalidad arrolladora que la ha llevado a alzar la voz en contra del racismo y la discriminación en numerosas ocasiones.

“Hoy he conocido que los árbitros de la NBA ganan más que las jugadoras de la WNBA y que el jugador número 12 de la NBA gana más que todo un equipo de la WNBA“- se manifestaba a través de Twiter el pasado Junio.

“Mientras crecía, no entendía porqué no era delgada, pequeña y preciosa como las chicas que veía en la televisión australiana. Ojalá hubiera tenido un modelo a seguir de una mujer negra que estuviera orgullosa de ella misma y de su cuerpo que es lo que quiero ser yo“- declaraba al recordar que en su infancia era una de las dos únicas niñas negras de su colegio.

Sus manifestaciones la han costado más de un contratiempo con alguno de sus patrocinadores y la pérdida de contratos publicitarios. Afirma públicamente que “Australia trata a las minorías como una mierda” y consecuente con sus valores afirma que le da igual lo que piensen de ella.

“He aprendido que lo que defiendo es más importante que lo que las marcas quieren que sea”.

Todo un carácter, Liz es mucho más que una de las más brillantes jugadoras de baloncesto del mundo. Posee su propia línea de ropa, con tan solo diez años ya tocaba el violín y el piano. Es una entusiasta de la música rap, le encanta leer y se confiesa una viajera empedernida, amante de la ciudad de Barcelona y del arte de Gaudí. Si aceptan un consejo, no se la pierdan en este Mundial, les garantizo que disfrutaran de lo lindo con ella.

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