La ridícula simulación de Cristiano Ronaldo en el Portugal - Países Bajos

Ayer lunes no fue un buen día para la selección nacional de fútbol de Portugal. En el partido amistoso disputado en Ginebra (Suiza), la vigente campeona de Europa sufrió una apabullante goleada, 0-3, contra Holanda, país que ni siquiera ha sido capaz de clasificarse para el Mundial. Nada les salió bien a los lusos, que se vieron por debajo en el marcador desde bien pronto (el primer gol, de Memphis Depay, llegó en el minuto 11) y que se despidieron de cualquier posibilidad de remontada con la expulsión de João Cancelo a mitad de la segunda parte.

Ni siquiera el capitán y gran estrella portuguesa, Cristiano Ronaldo, pudo destacar. En los 68 minutos que permaneció sobre el césped, el delantero del Real Madrid hizo un partido tan olvidable como el resto de sus compañeros… salvo por un detalle bastante ridículo que ha desatado las risas y burlas del público.

En el primer tiempo, aún con 0-1 en el marcador, Portugal tuvo una buena oportunidad para igualar el tanteo. Durante una jugada de ataque, el balón quedó en la frontal del área, cerca del número 7, quien se dispuso a disparar pese a la oposición de dos defensores neerlandeses. Sin embargo, en el momento de rematar, acabó por los suelos. Ante las vehementes protestas de Cristiano, podría pensarse que el central Nathan Aké, que venía justo por detrás, es quien le desequilibró…

…pero sin embargo, al ver la repetición, se observa con absoluta claridad que el vigente Balón de Oro tropieza con el césped y cae él solo sin que nadie le toque. Es más: durante unos cuantos segundos insistió vehementemente para que se indicara penalti. El árbitro, el francés Ruddy Buquet, no picó y no señaló ninguna infracción. De hecho, probablemente la razón para no amonestar a Ronaldo por simulación era el carácter amistoso del encuentro.

No fue este el único momento incómodo vivido por el madridista durante el enfrentamiento. A lo largo del partido hasta tres aficionados saltaron desde la grada al césped con intención de acercarse al capitán de los portugueses. Uno de ellos fue interceptado, pero los otros dos sí llegaron a tocarle, e incluso uno le pudo dar un beso… que probablemente no fue consuelo por la derrota.

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