La Lucha de los Xochimilcas, ritual prehispánico que lucha por sobrevivir

No hay lugar igual en México para dar inicio a la Cuaresma. Al igual que muchas tradiciones de orígenes prehispánicos, las Peleas de los Xochimillcas en Zitlala, Guerrero, son una mezcla de ideas, conceptos y adaptación idiosincrásica al calendario católico. Una de esas tradiciones que los conquistadores, colonos y evangelizadores españoles no pudieron erradicar y tuvieron que adaptarla para incluirla en el calendario litúrgico.

Las peleas de xochimilcas consisten en combates a puño limpio, sin reglas específicas como el boxeo, deporte con el que se confunden varios medios hasta la fecha. En esta tradición participan habitantes de los cuatro barrios principales de Zitlala, divididos en dos bandos: Tlaltempanapa junto con el barrio de San Francisco; y San Mateo con la cabecera municipal.

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Mediante estas peleas que sobrepasan lo ritual, los habitantes de este pueblo recuerdan cuando sus antepasados tuvieron que defenderse del asedio de los mexicas que venían de la zona lacustre de lo que ahora es la cuenca de México, a los cuales vencieron con una singular táctica: se vistieron de mujer, ya que llegaban con violencia a cobrar tributo y raptaban a las mujeres,.

Los historiadores y autoridades municipales señalan que en el año 1480, se llevó a cabo un ritual de guerra, una batalla en la que los hombres de Zitlala se vistieron con su nahua, con su huipil, para defender el patrimonio de su localidad. Los atuendos utilizados hoy en día no son los más cómodos para practicar un ritual de contacto como éste, pero dan pie al carnaval, al inicio de la Cuaresma, debido a sus pintorescos diseños y vívidos colores.

Lo paradójico de este ritual colectivo es que cada año lo practican menos lugareños, aunque desde hace pocos años se han integrado mujeres, el cambio más sustancial desde hace muchas décadas, y muchos niños. La violencia que azota el estado de Guerrero ahuyenta a los peleadores y temen que en pocos años se pierda esta tradición.

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Este año fueron pocos los xochimilcas de la comunidad de Tlaltempanapa que participaron; en este poblado, localizado a 20 minutos de Zitlala, más de 70 familias se vieron obligadas a mudarse al municipio de Copalillo, ya que fueron amenazadas por grupos criminales. La disputa de los grupos antagónicos inició en Zitlala en 2015, y ha eclipsado la tradicional pelea de los xochimilcas. Este año las peleas se realizaron nuevamente bajo el resguardo de policías estatales y militares, obvio sin detenidos derivados de estas riñas.

Crisis políticas, marginación y violencia, menguan y extinguen la diversidad de costumbres y tradiciones en todo el país.