Abierto Mexicano de Tenis, el torneo que resiste el narco y la violencia de Acapulco

Cada año supera al anterior y en un par de años, el Abierto Mexicano de Tenis tendrá nuevas instalaciones con la que los organizadores pretenden posicionar al evento como el mejor de América Latina y alcanzar la categoría Masters 1000.

Aunque para el tenis mundial, este torneo, el más importante de México, no figura en las categorías mayores, sin pensar en lo imposible que sería parte del llamado ‘Grand Slam’, los apoyos gubernamentales locales y privados, lo mantiene vivo desde la década de los 90, con el mayor esfuerzo cada año por traer figuras de fama mundial que quieran jugar en él.

Este 2019 jugó el español Rafael Nadal, número 2 del raking mundial, quien se despidió de Acapulco en la ronda de Octavos de Final tras caer ante el australiano Nick Kyrgios, colocado en el lugar 35 de la misma lista de la ATP. Figuras como el suizo Roger Federer, cuarto a nivel mundial, prefieren jugar en torneos con mejores premios y mayor prestigio, como el Torneo de Dubai, que se juega en fechas algo similares al de Acapulco.

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Ni la violencia y la expansión de los grupos carteles de narcotráfico que azotan el estado de Guerrero desde hace años, no han menguado la asistencia y atención del Abierto Mexicano de Tenis. El apoyo del erario, de la mano de gobernador del estado, Héctor Astudillo, quien según algunos medios, inyectó al torneo de tenis, al Festival Francés y la Feria Internacional de Acapulco, más de 158 millones de pesos, es una clara estrategia para evitar que el turismo y la inversión se alejen del puerto.

Por otra parte, la ampliación del complejo tenístico se mantiene dentro del ‘búnker’ del Hotel Princess, que se refuerza en seguridad en cada evento tenístico. El gobernador de Guerrero, así como el presidente de Grupo Pegaso, Alejandro Burillo Azcárraga, y el director de Mundo Imperial, Seyed Rezvani, encabezaron el evento en el que anunciaron la colocación de la primera piedra del nuevo conjunto deportivo, que comenzará en mayo de este año y prevén terminarlo en 2020.

El nuevo estadio, que será la sede del Abierto Mexicano de Tenis, contará con diversas instalaciones para organizar otros espectáculos, como peleas de box y conciertos, y su capacidad aumentará de aproximadamene 10 mil a 15 mil espectadores.

Actualmente, el torneo se realiza dentro de las instalaciones del hotel Princess y cuenta con una categoría 500, que es la tercera en la gira detrás de los Grand Slams y los Masters. “La instalación nueva nos pondrá más cerca sin duda, después habrá que esperar que se abra un espacio de los Masters y estaremos listos para entrar y pelear con otros 10 torneos que quieren lo mismo”, dijo Raúl Zurutuza, director del torneo.

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Latinoamérica no cuenta con ningún torneo de Masters 1000. México y Brasil son los únicos dos países con torneos categoría 500, de los de 13 países a nivel mundial que cuentan con uno. “Creo que en Latinoamérica no hay otro país que esté mejor preparado para un torneo de esos como nosotros. “Latinoamérica es uno de los máximos generadores de tenistas y no es posible que no tengamos un Masters 1000 en la región, ya lo merecemos“, señaló Zurutuza.

El gobierno federal también retiró recursos para este torneo.

“Nos tendremos que reinventar como empresa, es una palabra importante, tenemos que hacerlo, revisar presupuestos, ver qué quitamos o ponernos a vencer más, pero tenemos herramientas para hacerlo y vamos tratar de que no nos afecte o que sea lo menos posible”, indicó Zurutuza. “Queremos mostrarle al gobierno que somos eventos sanos y la puerta tampoco está cerrada para recuperar eso (el recurso), lo vamos a intentar”.

De alcanzar la categoría Masters 1000, más figuras participarán en el Abierto Mexicano de Tenis, otro evento que busca subsistir, en un claro ejemplo de autosustentación y apoyos locales, fuera de los federales.