Franco Armani, ídolo en tiempo record

Las vueltas de Armani: estuvo a punto de atajar en Boca y hoy es el héroe del título de River
Las vueltas de Armani: estuvo a punto de atajar en Boca y hoy es el héroe del título de River

Desde que Marcelo Barovero dejó River Plate para marcharse al Necaxa mexicano, el puesto de arquero se transformó en el talón de Aquiles del equipo que dirige Marcelo Gallardo.

“Trapito” fue uno de los pilares de las grandes consagraciones, tanto en La Copa Sudamericana (recordar aquel penal que le ataja a Emanuel Gigliotti de Boca en el Monumental que fuera fundamental para eliminar al eterno rival), como en la Libertadores.

Luego pasaron Augusto Batalla, Enrique Bologna y hasta el experimentado Germán Lux, que regresaba de casi más de una década en el fútbol europeo, pero ninguno pudo cumplir con la exigencia que el puesto requiere en un club de la jerarquía y grandeza de River Plate.

Era el punto débil y había que fortalecerlo. El nombre de Franco Armani comenzaba a dar vueltas no sólo por Núñez, también sonaba en Boca, con la salvedad que el técnico Guillermo Barros Schelotto no mostró interés al asegurar que con Agustín Rossi tenía el puesto bien cubierto (¿Seguirá opinando igual?).

Finalmente Armani llegó a River. Su nombre no generaba grandes expectativas. Se hablaba de un “buen arquero que era figura en Atlético Nacional de Medellín”, pero la realidad marcaba que no era muy conocido en tierras argentinas a pesar de ser argentino, valga la redundancia.

No necesitó mucho tiempo para hacer valer sus notables condiciones. Aquel humilde muchacho que había sido arquero de Deportivo Merlo, equipo que actualmente milita en la B Metropolitana (tercera división), llegaba a un grande de su país cumpliendo el sueño de todo futbolista.

Armani pasó de ídolo en Colombia a comenzar a edificar una misma característica en Argentina, nada menos que en River Plate. Y lo hizo cuando hay que hacerlo: en los partidos duros, importantes, grandes. Lo hizo ante Boca Juniors en la Supercopa Argentina, transformándose en el héroe de una noche inolvidable para River Plate, cuando dieron la vuelta olímpica en la cara del archirrival.

Armani fue figura, como lo fue en Nacional. Armani se metió en el bolsillo a la hinchada de uno de los dos más grandes de Argentina. Armani es requerido para la selección de Sampaoli. Armani no defraudó y seguramente esa noche de gloria de Mendoza lo catapultará a una fama aún mayor.

“Armani te construye un equipo”, declaró en algún momento Juan Carlos de la Cuesta, expresidente de Atlético Nacional.

Los hinchas de River seguramente le responderán: “Armani te construye un sueño”. El sueño de volver a ganar la Copa Libertadores. Como Barovero. Como otros tantos…

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