La mente maestra (en los negocios) detrás de los valiosos jugadores mexicanos

Hirving Lozano en el encuentro amistoso de la selección Mexicana de fútbol y el combinado de Chile, en San Diego, California, 22 de marzo de 2019. / Foto: USA Today Sports
Hirving Lozano en el encuentro amistoso de la selección Mexicana de fútbol y el combinado de Chile, en San Diego, California, 22 de marzo de 2019. / Foto: USA Today Sports

Hirving Lozano tiene casi dos años en el PSV Eindhoven y desde que llegó, demostró con goles su calidad y compromiso, haciendo valer cada uno de los millones de euros que el equipo holandés pagó por su carta.

Desde entonces, medios, principalmente mexicanos, lo colocan en la mira de equipos como Barcelona, Real Madrid, Paris SG y recientemente, el Manchester United, con miras a la temporada que se aproxime, dependiendo de la época. El Nápoles podría pagar 40 millones de euros, según algunos diarios italianos.

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Cualquier razón, mayormente buena, promueve a los jugadores, sea que Carlos Vela deje el fútbol español para pensar que lo quieren de vuelta en Inglaterra o igualmente, el Barcelona, o que Hugo Sánchez indique que le falta ambición para estar en el Real Madrid, o que Giovani dos Santos quede fuera del LA Galaxy para verlo en el América.

El hablar del futuro de los futbolistas mexicanos más populares es mucho más que tiempo para llenar espacios en programas deportivos. Las grandes cadenas especializadas dedican valiosos minutos en debatir sobre qué equipo le conviente a tal jugador, sea que se desempeñe en México o en Europa, pero el tocar este tema es mucho más que llenar espacios televisivos.

Poco se habla del papel de los promotores o agentes de los futbolistas, quienes se dedican a colocar a sus clientes en equipos con una jugosa paga y comisión. Los mismos agentes que piden tiempo en radio y televisión para crear opinión sobre un atleta, mover las aguas y abrir el camino, a través de una discreta publicidad, para que llegue a un gran equipo o el que pague mejor por sus servicios.

No se duda de la calidad de los jugadores mexicanos que se vuelven consentidos en sus equipos y sus ligas, sino del exceso en sus menciones y los deseos de verlos en equipos a los que quizá nunca jueguen. Basta que anoten un gol en sus equipos, brillen en su selección Nacional o indiquen que quieren dejar un club, para ser protagonistas de los reflectores y sean objeto de adivinos y clarividentes del fútbol.

A pesar del conocimiento de las actividades de los promotores, que inflan el valor del jugador, estos seres, a veces individuos y en su mayoría agencias, son un ‘mal necesario’ para el fútbol. La cadena ESPN analizó la actividad de uno de los más influyentes en los últimos años, Greg Taylor, en una nota de enero de 2017:

“Taylor dicta precio y condiciones en México, y un ejemplo de esto es el chileno Patricio Rubio, quien fue vendido al Querétaro en 5.5 millones de dólares en 2015. El representante, por medio de Manuel Velarde, recomendó comprarlo por ese precio a pesar de que Transfermarkt le fijó un valor aproximado de un millón de dólares; al mismo tiempo recomendó a los Gallos vender a Orbelín Pineda a Chivas por 4.8 millones de dólares.”

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El ‘Chucky’ Lozano tuvo una negociación única con el PSV Eindhoven, pues era dueño de su carta y pudo tratar directamente con el club holandés para obtener un mejor beneficio contractual y de primas. Sin una presión, Lozano puede disfrutar su paso por la Eredivisie hasta que su promotor, Mino Raiola, quien se encarga de exponer el trabajo del mexicano y a su vez desmentir rumores, pueda llevarlo a otro equipo, en España, Inglaterra o Italia, como sucede ahora con el Nápoles.

Raiola es conocido en el mundo del fútbol por representar a estrellas como Zlatan Ibrahimovic y Paul Pogba y se conviritió en agente de Lozano en 2018. Con el supuesto interés del Manchester United por el ex Pachuca, se nota el trabajo del agente holandés, quien ha seguido de cerca su paso por el fútbol de ese país.

Las noticias de los jugadores mexicanos en activo y los intereses de grandes clubes por sus servicios, lograrán en la mayoría de los casos, alojarlos en equipos totalmente ajenos a los promovidos, como el West Ham United, el Wolverhampton o el Standard de Lieja, sin dejar a un lado la calidad del futbolista que en estos se desempeña.

Sin duda el trabajo de los promotores es fundamental para cientos de miles de jugadores alrededor del mundo, las relaciones públicas funcionan mejor que el desempeño en la cancha.