Castigan sin competir a una luchadora de MMA hasta 2044

Las normas están para cumplirlas. Esta máxima se aplica a todos los ámbitos de la vida, y el deporte no iba a ser una excepción. Por eso hay instituciones y tribunales encargados de aplicar sanciones a quienes no respetan la ley. Hay castigos de todo tipo, desde multas económicas hasta suspensiones temporales más o menos largas que, en los casos más graves, abarcan varios años. Pero muy pocas veces se ha visto una condena que abarque ni más ni menos que tres décadas.

Es lo que le ha ocurrido a Mara Romero Borella, alias Maravilla, italiana de ascendencia hondureña de 32 años, de profesión luchadora de artes marciales mixtas en la categoría de peso mosca (menos de 125 libras, 57 kilos). Por decisión de las autoridades de su país, ha quedado inhabilitada para practicar su deporte hasta 2044. En rigor, se trata de dos castigos distintos, el primero impuesto por el Comité Olímpico Nacional Italiano (CONI) y el segundo por el Tribunal Nacional Antidopaje (TNA), de 15 años cada uno.

Los problemas para Mara comenzaron en 2012, cuando la policía italiana la detuvo en el marco de la operación Flanker, una gran redada contra el tráfico de estupefacientes en el mundo del rugby y en algunos locales en el entorno de la ciudad de Piacenza, al norte del país. Por este asunto tuvo que pagar consecuencias penales, incluyendo varios meses de cárcel y arresto domiciliario, pero la justicia deportiva tomó un camino distinto. En 2014 el CONI la consideró culpable de venta y distribución de sustancias prohibidas; Mara, que entonces se dedicaba profesionalmente al bodybuilding, fue sancionada con 15 años sin poder participar en ninguna competición y sin poder utilizar instalaciones deportivas en el país. Esa prohibición está vigente hasta 2029.

Sin embargo, Borella optó por dar un cambio a su carrera y se pasó a las artes marciales mixtas. Se inscribió en la federación nacional de kickboxing (afiliada al CONI) y siguió compitiendo: desde 2014 tiene un registro de 18 combates, con 12 victorias, 5 derrotas y un nulo. De hecho, ha llegado a participar en la UFC, el torneo más célebre del mundo en este deporte, donde ha disputado su, hasta ahora, última pelea: una derrota contra la estadounidense Katlyn Chookagian, el pasado 27 de enero.

De pronto, el TNA se ha dado cuenta de la irregularidad: ha competido en actividades deportivas oficiales y ha hecho uso de instalaciones del CONI durante su inhabilitación. Por este motivo, el tribunal ha decidido imponerle una nueva condena de otros 15 años, que se acumula a la anterior. En total, desde esta semana la luchadora tiene prohibido competir hasta que cumpla 58 años.

No obstante, a Borella le queda un resquicio legal para poder seguir peleando. La UFC no es una competición oficial dependiente de gobiernos o federaciones, sino una empresa privada. Por tanto, no ha de aplicar las resoluciones de la Agencia Mundial Antidopaje o de alguna de sus entidades afiliadas (como el TNA italiano). Esto abre la puerta a su readmisión en la élite de las artes marciales mixtas, toda vez que, aunque Mara ha sido condenada por tráfico, ella misma nunca ha sido consumidora, o al menos nunca ha dado positivo en un control. Está por ver, no obstante, si a los propietarios de la UFC les interesa integrar en su torneo a una participante con una condena tan pesada a sus espaldas. En las próximas semanas asistiremos a la resolución de este conflicto.

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