Adiós a las multas: el entrenador del RB Leipzig crea "la ruleta de los castigos"

Ralf Rangnick (centro) dando instrucciones a un jugador del RB Leipzig.
Ralf Rangnick (centro) dando instrucciones a un jugador del RB Leipzig.

El entrenador de un equipo de fútbol de élite tiene muchas funciones. Es el encargado de elegir a los once que disputarán los partidos y de hacer los cambios necesarios, diseña las tácticas, da la cara ante la afición, los medios de comunicación y la directiva. Y, sobre todo, es el jefe de un grupo humano, de una veintena larga de profesionales jóvenes y millonarios cuyos egos y caracteres hay que saber gestionar. Para que la plantilla rinda bien, es básico saber mantener la disciplina, incluso aplicando castigos si es preciso.

Normalmente lo que la mayoría de técnicos suele hacer para corregir comportamientos es recurrir a las multas económicas: a nadie le gusta que le toquen la cartera. Pero hay algunos, como el alemán Ralf Rangnick, que tienen ideas más creativas. A sus 60 años, este verano ha vuelto al banquillo del RasenBallsport Leipzig, el club en el que la empresa de bebidas energéticas Red Bull invirtió una cantidad estratosférica de dinero para llevarlo de categorías regionales a estar entre los mejores de Europa en apenas una década.

Rangnick, que ya dirigió al club de Sajonia en la temporada 2015/16 (en la que logró ascender a la primera división de la Bundesliga), ha eliminado los pagos de dinero y ha implementado un método revolucionario para sancionar a los futbolistas que lo merezcan. Se trata de una ruleta en la que ha apuntado una serie de tareas que habrán de cumplir quienes cometan infracciones leves, como llegar tarde a un entrenamiento, pasarse un par de kilos de su peso ideal, o utilizar el teléfono durante las charlas tácticas. “Las multas rara vez hacen algo. A los jugadores les duele más si les quitas su tiempo libre”, dice el entrenador al diario Bild.

Las 12 penalizaciones que aparecen en esta ruleta son:

– Jardinero (Green Keeper): cuidar del césped de los campos de entrenamiento durante una semana, entre 4 y 6 horas en total.

– Descargar el autobús (Bus-beladen): quien le toque esta tarea deberá subir y bajar del vehículo las maletas de los compañeros y las cajas de material. Se estima que tardará una hora y media.

– Encargado de las bebidas (Getranne-dienst): dejar preparada el agua y los refrescos para los compañeros antes de los entrenamientos durante una semana, 20 minutos al día.

– Tienda del club (Fanshop): tres horas de trabajo de cara a los hinchas del equipo que busquen productos oficiales.

– Guía del estadio (Stadion-Führung): una hora llevando por las instalaciones del club a los aficionados que quieran visitarlas.

– Utillero (Zeugwart): una semana lavando camisetas, limpiando botas y desempeñando las tareas propias del puesto, durante 30 minutos diarios.

– Recogepelotas (Ball-dienst): todos los días durante una semana tendrá 30 minutos para recoger los balones que queden en el campo tras los entrenamientos, además de asegurarse de que están limpios y bien inflados.

– Regalos para el personal (Geschenke für das Personal): hay unos 60 empleados en el club. Al castigado le corresponderá buscar algo para cada uno de ellos, invirtiendo el dinero y el tiempo necesarios.

– Princesita (Prinzessin): completar una sesión de entrenamiento (90 minutos) vestido con un jersey rosa y un tutú de bailarina.

– Entrenador de la Academia (Co-trainer im Nachwuchs): dedicar dos días, cuatro horas en total, a hacerse cargo de uno de los equipos de categorías inferiores.

– Encargado de la cafetería (Kitchen-dienst): servir a los compañeros y empleados del club, y limpiar las mesas, 30 minutos diarios durante una semana.

La última casilla de la ruleta se llama “Has tenido suerte” (Glück gehabt); quien caiga ahí se libra del castigo.

Esta medida se enmarca en una serie de cambios que Rangnick está aplicando en el seno del vestuario del RB Leipzig desde su regreso. Su objetivo es recuperar la competitividad de un equipo que hace dos años sorprendió a todo el mundo quedando subcampeón de liga y metiéndose en Champions League nada más ascender, pero que en la pasada campaña bajó su rendimiento y no pudo pasar del sexto puesto. El entrenador ha establecido también la prohibición absoluta del teléfono móvil durante las concentraciones y ha impuesto que, pese a que en la plantilla hay 11 nacionalidades, los únicos idiomas autorizados son el alemán y el inglés, para evitar que se formen grupos en el vestuario y mejorar la convivencia.

¿Qué te parece este sistema? ¿Crees que se podría aplicar en el fútbol español? ¿Te imaginas a Messi, Griezmann o Bale guiándote por el estadio o vendiéndote camisetas en la tienda del club?

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