José Sulaimán, el eterno presidente del CMB que supo ser héroe y villano

José Sulaimán durante una conferencia de prensa en 2010. (Elizabeth Fuentes/Jam Media/LatinContent via Getty Images)
José Sulaimán durante una conferencia de prensa en 2010. (Elizabeth Fuentes/Jam Media/LatinContent via Getty Images)

Quizá ningún dirigente en la historia del boxeo ha conseguido la imagen que José Sulaimán construyó para sí mismo. Hablar de él era igual a hablar del Consejo Mundial de Boxeo y viceversa. Durante su mandato de 39 años, Sulaimán ejerció el poder sin contrapesos y mezcló momentos de integridad con otros oscuros episodios.

Surgido en 1963, con la intención de darle espacio al talento mexicano e impulsarlo a nivel mundial, el CMB supo instalarse como el organismo referencial en todo el Globo. Ningún otro de los tres cinturones mundiales (OMB, AMB, FIB) es tan anhelado como el verde y oro. Lo saben todos los peleadores. Desde 1975, Sulaimán Chagnón fue nombrado presidente de este organismo y ocupó el cargo hasta el día de su muerte, el 16 de enero de 2014 —-tenía 82 años al momento de su fallecimiento—.

Sulaimán impulsó dos medidas claves para proteger a los peleadores de todo el mundo. Redujo la cantidad de rounds, de quince a doce, pues en esos tres rounds se concentraban la mayor cantidad de lesiones de gravedad, y estableció que el pesaje de los peleadores se diera un día antes del combate y no el mismo: así evitarían llegar deshidratados al momento de subir al ring y tendrían un día entero de recuperación. También ordenó que se añadiera una cuerda más al ring, para evitar que los peleadores pudieran desnucarse o caer debajo del ring tras un golpe. Sulaimán también manifestó su rechazo al apartheid en Sudáfrica, pues prohibió que el CMB sancionara peleas en ese país durante aquel régimen discriminador.

Sin embargo, su legado también está repleto de manejos a la carta para conveniencia propia o de los peleadores que más le agradaban. El New York Times señaló que Sulaimán era visto con reserva en el mundo del boxeo "por tomar posiciones que parecen apoyar y favorecer a Don King, con frecuencia con la aparente interpretación arbitraria de Sulaimán de las propias reglas del CMB”. Juan Manuel Márquez, el último gran ídolo mexicano, sólo fue campeón CMB una vez en toda su carrera (sumó más títulos de los otros organismos).

Márquez sólo ganó un título del CMB durante sus 21 años de carrera. (AFP PHOTO / John Gurzinski)
Márquez sólo ganó un título del CMB durante sus 21 años de carrera. (AFP PHOTO / John Gurzinski)

Y siempre ha acusado un bloqueo sistemático de parte de Sulaimán, surgido por las diferencias de su entrenador Ignacio Beristáin con el presidente, porque pese a ganarse el derecho arriba del ring le negaban la oportunidad. "Fuimos a la casa de don José y me dijo: ‘campeón, usted va a pelear por el título, no se preocupe. Estando de retador oficial me la hicieron (negarle la pelea por el título), imagínate si no me da coraje, yo peleando, corriendo, recibiendo golpes para que eso pase en el boxeo, no se vale”, dijo a Boxing4Life.

Otro caso es el de Marco Antonio Barrera, uno de los mejores peleadores mexicanos de cualquier época. Ante la imposibilidad de ser contendiente mundial por el CMB durante dos años (1994-1996) en su peso natural, supermosca, Barrera tuvo que tomar dos medidas drásticas para encontrar el trono mundial: subir a peso supergallo, dos divisiones arriba, y trabajar con la Organización Mundial de Boxeo (OMB), ya que el organismo de su país no accedía a la dichosa oportunidad titular.

José Sulaimán durante una promocional junto a Óscar de la Hoya y Shane Mosley en el año 2000. (AP Photo/Reed Saxon)
José Sulaimán durante una promocional junto a Óscar de la Hoya y Shane Mosley en el año 2000. (AP Photo/Reed Saxon)

David Faitelson ha relatado que en su época como reportero de Excélsior, a finales de los 80, hizo un reportaje crítico con el CMB. Todo terminó por ser una coartada de su director para sacar dinero a Sulaimán.

"Era una redacción corrupta. Una vez hice un reportaje de don José Sulaimán y la corrupción en el Consejo Mundial de Boxeo. Hice un artículo que se llamó 'CMB, las siglas de la mafia', un madrazo de nota por la que hasta me felicitaron. Al día siguiente veo a Don José en la redacción de Excélsior y entra a la oficina del director, José Andrés Barrenechea. después se acerca Barrenechea conmigo para decirme: 'Ya nos arreglamos, David. Don José nos va a dar mil pesos mensuales para hablar bien del CMB y a ti te toca tanto dinero'. Me di cuenta que yo servía al periódico para dar el madrazo y luego ellos cobraban por reconciliarse y para hablar bien del aludido", contó Faitelson en entrevista con Jorge van Rankin.

Cuando Sulaimán asumió como presidente del CMB, según ha contado Beristáin a Un Round Más, ordenó que a cada manager le quitaran el 5.18% en cada combate para pagar el seguro social del peleador. Pero Beristán contaba con un documento que le dejó el fallecido Luis Spota, escritor y expresidente de la Comisión de Box de la Ciudad de México. Juan José Torres Landa y Raúl Cruz acudieron con Beristáin para decirle que debía pagar. No aceptó, amparado en el papel legado por Spota. "(Le dijeron a Sulaimán) que yo tenía un documento fiel. (Dijeron) 'Le podemos cobrar a los demás managers, pero a él no'. (Sulaimán dijo) 'Mándalo a la chingada, que no pague pero también lo vamos a bloquear'".

En su etapa final al frente del CMB, Sulaimán recibió duras críticas por el trato que dio a Saúl Canelo Álvarez, entonces incipiente promesa del pugilismo mexicano. Canelo no estaba clasificado entre los primeros lugares para pelear por el título mundial superwélter y tampoco lo estaba su rival, el británico Matthew Hatton. Sulaiman siempre defendió la decisión diciendo que se trataba de un futuro ídolo nacional y que todos los grandes campeones habían sido favorecidos en algún momento.

Julio César Chávez Jr. también fue favorecido por Sulaimán. En 2010, el argentino Sergio Maravilla Martínez había ganado el título mundial CMB de peso medio. Supuestamente, el organismo mexicano quiso "honrarlo" al elevarlo a la categoría de supercampeón, pero esa medida tenía truco: querían que Chávez Jr. peleara por el título "ordinario" contra el alemán Sebastian Zbik (esquivando así a Martínez). Al final, la condecoración de Maravilla no sirvió de nada, porque lo despojaron del título mundial y Chávez se quedó con la distinción. A Maravilla le prometieron que pelearía con Chávez durante 2011. Lo aplazaron hasta que fue inevitable en septiembre de 2012. Martínez ganó de forma rotunda y recuperó el título que perdió en los escritorios.

Sergio Martínez celebrando tras vencer a Julio César Chávez Jr. (JOHN GURZINSKI/AFP/GettyImages)
Sergio Martínez celebrando tras vencer a Julio César Chávez Jr. (JOHN GURZINSKI/AFP/GettyImages)

Tras su fallecimiento en 2014 por complicaciones en el corazón, la continuidad del legado Sulaimán quedó asegurada gracias a Mauricio, hijo de José, que lleva ya ocho años ejerciendo el cargo. Su gestión no ha estado exenta de críticas, como despojar a campeones legítimos por no querer pagar sanciones administrativas. En 2015, Miguel Cotto se saltó a Golovkin para pelear con Canelo Álvarez, hecho que el CMB consintió siempre y cuando hubiera indemnización a GGG por 800 mil dólares. El boricua no aceptó y perdió el cinto sin haber subido al ring.

Pero también es cierto que en estos años ha habido una mayor apertura con los otros organismos que rigen el boxeo, de tal manera que ha sido posible ver hasta seis campeones indiscutidos (es decir, poseedores de los títulos de todos los organismos.

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