Tremenda patada en el fútbol brasileño

En la última semana se han producido en el fútbol sudamericano, más precisamente en el argentino, situaciones que han puesto en duda la honestidad del arbitraje.

La polémica Final de la Copa Argentina entre Boca Juniors y Rosario Central ha vuelto a colocar en el centro de la escena la eterna discusión acerca de la utilización o no de la tecnología.

Esta vez el debate se trasladó a Brasil donde el fin de semana pasado se produjo una jugada que impresiona de sólo verla.

Fue en el partido entre Flamengo y Goiás, donde el defensor Rojinegro Pará le pegó un planchazo en la cara al delantero Erik que merecía roja y cárcel.

En el supuesto caso de que el árbitro del partido Luiz Flavio de Oliveira no lo haya visto (algo muy probable ya que venía siguiendo la jugada a la distancia), ¿qué estaba el asistente a pocos metros de la acción?

Ahí es donde surgen las dudas, las controversias y las quejas respecto a la poca colaboración que generalmente sufren los árbitros por parte de sus colaboradores.

La acción fue criminal y merecía un duro castigo. Sin embargo todo quedó en la nada, como suele suceder en la gran mayoría de los torneos del sur de nuestro continente.

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