Miguel Ángel Borja encontró su lugar en el mundo

“Me sueño marcando, para eso entreno y trabajo. Espero que se me abra el arco”. Un día antes del partido de ida de la semifinal de la Copa Libertadores el delantero Miguel Ángel Borja anticipaba lo que iba a ser su noche triunfal.

Atlético Nacional dio un paso gigante en busca del ansiado título. Ganó 2 a 0 en el Morumbí ante el poderoso Sao Paulo con dos goles suyos, en una clara demostración de atrevimiento y contundencia.

Borja encontró su lugar en el mundo, algo que aún no había conseguido a pesar de sus jóvenes 23 años.

Arrancó su carrera en el Deportivo Cali, el puntapié inicial del periplo por varios clubes de su país y el exterior. Entre 2001 y 2013 defendió los colores de Cúcuta Deportivo, Cortuluá y La Equidad y en 2014 pegó el salto a Italia, para jugar en el Livorno.

Sin embargo no tuvo mucha suerte. Apenas participó de siete partidos sumado a que el equipo descendió a la Serie B.

De ahí fue transferido a Olimpo de Bahía Blanca donde tuvo muy buenas actuaciones. Pero el club argentino no pudo costear su alta ficha y regresó a Colombia en 2015 para jugar en Independiente Santa Fe y Cortuluá.

Hasta que en este 2016 Atlético Nacional compró su pase. Y no se equivocó. Borja se transformó en una de las figuras del plantel que dirige el experimentado Reinaldo Rueda y que se perfila como un serio candidato a quedarse con la presente edición de la Copa Libertadores de América.

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