Maxi López, el exitoso… ¿goleador?

El argentino Maxi López es de esos delanteros a los que el destino le tenía guardada una historia de éxito. Sí, porque aunque muchos no lo quieran admitir, Maxi López es un profesional exitoso.

Vayamos por parte. Surgió de la inagotable cantera de talentos que siempre fue, es y será River Plate.

Si bien debutó en primera en el año 2001, su fama nació tras fallar aquel penal en la definición ante Boca (en un Monumental repleto sólo con hinchas de River) en la Semifinal de la Copa Libertadores de 2004.

A pesar de esa desafortunada acción que dejó a su equipo fuera de la Final de esa edición, Maxi fue vendido al Barcelona, equipo en el que debutó en enero de 2005.

Su derrotero por el fútbol mundial no paró. Luego pasó por el Mallorca, FC Moscú, Gremio de Porto Alegre, Catania, Milan, Sampdoria, Chievo Verona y actualmente juega en el Torino.

Ahora, ¿se puede considerar como goleador a un delantero que en casi 15 años de carrera marcó (gol más, gol menos) apenas 100 goles, lo que indica un promedio de aproximadamente 6 por año? Para quien escribe la respuesta en un rotundo NO.

Este fin de semana marcó el primero en 2016, siendo apenas el quinto en la temporada con el equipo de la ciudad de Turín.

Pero si hubo un hecho que marcó en su vida fue sin dudas el enfrentamiento con Mauro Icardi. Ambos eran grandes amigos hasta que el actual delantero del Inter le "robó" la esposa, la modelo argentina Wanda Nara.

La enemistad fue y sigue siendo muy fuerte tras la separación y los consecuentes problemas legales entre Maxi y su ahora exesposa. 

Tanta es la guerra entre ambos que hace una semana se vivió un nuevo capítulo de la historia. Fue cuando Torino enfrentó al Inter. En el momento del saludo habitual entre los jugadores Maxi no sólo le quitó la mano sino que se tocó el testículo izquierdo, una "señal" muy común en Argentina cuando se nombra o se ve a una persona indeseada o que es famosa por transmitir "mala suerte".

Cosas del fútbol y de la vida donde lo sentimental se une a lo profesional y, en este caso preciso, involucra a quienes compartían plantel en la Sampdoria, donde se sembró la amistad.

Queda en claro que por más que haya recorrido el mundo jugando en todos los equipos que jugó y haya tenido éxito tanto en el plano económico como en el futbolístico (lo que no es para nada reprochable ya que lo hizo con toda la legitimidad y honradez) al mismo tiempo podemos concluir que la suerte y las buenas tomas de decisiones han sido claves para alcanzar dicha celebridad.

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