Carlos Tevez se queda, pero…

La obligación de ganar. La urgencia/necesidad de ser campeones sí o sí. La presión insistente por alcanzar la gloria ante todo y por sobre todo. La incesante demanda por la perfección.

Carlos Tevez.Entrenamiento de Boca Juniors.3 de junio de 2016.Complejo Pedro Pompilio.Foto: Javier Garcia Martino / Photogamma. Foto: Javier Garcia Martino / Photogamma (5582_03062016boca25)
Carlos Tevez.Entrenamiento de Boca Juniors.3 de junio de 2016.Complejo Pedro Pompilio.Foto: Javier Garcia Martino / Photogamma. Foto: Javier Garcia Martino / Photogamma (5582_03062016boca25)

Todo se resume en los reclamos que de manera compulsiva recaen sobre los llamados “ídolos”, como si fuese un compromiso ineludible, inviolable, sagrado.

No hay límites, no hay lugar para el error o el descuido. Se los exige como a las máquinas. Y no son máquinas. Son seres humanos, falibles, por más genios que se los considere.

Carlos Tevez regresó a Boca Juniors por amor a los colores. ¿Alguien lo duda? En Juventus le pusieron sobre la mesa un cheque en blanco con tal de que se quede. Y lo rechazó. Su objetivo era regresar a su casa y ser campeón. Pero campeón de todo. Lo fue del torneo local y la Copa Argentina. Pero lo que más quería se le negó.

El dolor es comprensible. La herida no cierra y los rumores corren como reguero de pólvora.

Tal es la obsesión y la revolución mediática que generó la eliminación de la Copa Libertadores que circuló una versión de que una declaración de su representante del año 2004, cuando confirmaba su pase al Timao, haciendo creer que era actual. Demasiado fuerte para ser verdad…

Haciendo un cuadro comparativo, Lionel Messi confesó antes las cámaras su intención de dejar la selección argentina tras caer en la final de la Copa América Centenario. Carlos Tevez jamás habló públicamente desde la derrota ante Independiente del Valle.

Que se queda, que se va, que está disconforme con los procederes de la comisión directiva, que se siente frustrado, desilusionado, que no le cumplieron con lo prometido, que…

Tevez está frustrado. Y no es para menos. Se preparó para ser campeón de América, soñó con repetir la hazaña que había conseguido en 2003. Quería ir a Japón a enfrentar al Real Madrid de Ronaldo su excompañero y amigo en el Manchester United. Todo quedó en la nada y de esa nada comenzaron a aparecer las noticias de su posible salida.

Hoy, lunes 18 de julio, se afirma que se queda. Pero…Ese “pero” abarca un amplio espectro. Pero… ¿será verdad? Pero… ¿está decidido a buscar revancha? Pero… ¿armarán el equipo que él pretende? Pero… ¿se solucionarán ciertos cortocircuitos que, se dice, surgieron en los últimos tiempos con la dirigencia que lo trajo y a la que él mismo apoyó en las últimas elecciones en el club? Pero… ¿no se dejará seducir por alguna oferta del exterior?

En estos momentos de debilidad emocional más que comprensible, Carlos Tevez debe analizar muy bien los próximos pasos. Su entorno es fundamental. Sobre todo, el que maneja su vida profesional y que tan bien lo ha hecho a lo largo de su carrera.

Mientras tanto ya se habla de una fuerte purga en Boca. El duro golpe sufrido en la Copa Libertadores ha pegado duro. Muchos se irán, otros llegarán. La historia de siempre…

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