Totti completa la trilogía de los fetiches italianos del Bernabéu

El estadio Santiago Bernabéu rindió honor a Francesco Totti en el que puede ser su último partido de Champions League en Madrid, tal como ocurrió con otros dos compatriotas pertenecientes a la última gran generación del fútbol italiano.

Totti completa la trilogía de los fetiches italianos del Bernabéu

Minuto 74 del partido. El Real Madrid ya tenia asegurado el pase a cuartos de final de la Champions (4-0 global), pero el Santiago Bernabéu se pone de pie. Con 39 años, 750 partidos defendiendo la camiseta de la Roma, un Mundial con la ‘Azzurra’ y goles y jugadas antológicas que hacen que no sea necesario ser seguidor del conjunto de la capital italiana para saber que se trataba de Francesco Totti. La ovación no se hizo esperar.

Las sonrisas cómplices de Marcelo y Casemiro cuando il capitano pasó a su lado denotaban admiración y respeto para uno de los últimos jugadores de la squadra campeona del mundo hace una década. Se trata de uno de los últimos magos del Calcio. Quizás el último.

Al igual que el ‘Gladiador’, Andrea Pirlo y Alessandro Del Piero sintieron la misma emoción cuando uno de los estadios más imponentes y respetados del mundo le daban el último adiós. Para ‘Pinturicchio’ (como le bautizó Gianni Agnelli en honor al artista Bernardino Di Betto) la ovación llegó tras dos goles frente al conjunto blanco en 2008, cuando el entonces entrenador juventino Claudio Ranieri decidió sustituirlo en el tiempo de descuento, con la victoria en el bolsillo.

Por su parte, para el ‘Arquitecto’ Pirlo el momento de gloria fue hace dos temporadas. Una vez más la ‘Juve’ enfrentaba a los merengues y al minuto 59, el centrocampista dejó el terreno de juego para dar entrada a Asamoah. Fue allí cuando una vez más los más de 80 mil espectadores dejaron a un lado el sentimiento por su club para reconocer el talento de uno de los jugadores más exquisitos de lo que va de siglo.


Si bien el Bernabéu también se ha caracterizado por ser poco paciente y hasta cruel con sus propias estrellas, también es de reconocer su buen gusto para rendirle tributo a sus rivales de turno. Habrá que esperar qué hará Totti con su futuro tras una temporada en la que ha estado más en el palco que en el campo. Pero sólo por si acaso, me uno al Arrivederci, capitano.

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