No contaban con mi astucia

Se jugaba el minuto 82 del partido Ecuador-Chile, cuando Enner Valencia cayó desplomado. En principio, parecía una jugada normal del partido, un jugador exagerando una lesión para ganar algunos minutos, pero el momento se tornó dramático cuando el jugador fue retirado del campo en camilla con oxígeno.

No contaban con mi astucia

Segundos después, el cuerpo médico ecuatoriano corría por la pista de tartán del Atahualpa con Valencia inmóvil en la camilla, todavía con la máscara de aire, con gestos de angustia buscando la ambulancia que por regla debe estar presente en un evento de estos.

Para los que continuamos con la transmisión de televisión, el partido prosiguió y Ecuador terminó goleando 3-0. Pero aun quedaban las dramáticas imágenes del delantero ecuatoriano inerte en esa camilla, sin señales alentadoras.

Hasta que recibí un mensaje por teléfono de un amigo: “Enner está fingiendo”.

Luego aparecieron las imágenes tomadas por una cámara alta desde las graderías, donde un puñado de policías perseguía al jugador por la pista atlética, mientras los que lo llevaban buscaban desesperadamente llegar rápido a la ambulancia que los aguardaba. La escena era cantinflesca.

Recordé haber leído antes del partido que sobre el jugador pesaba una orden de captura por un supuesto impago de la cuota alimentaria de su hija.

Y todo cobró sentido.

Valencia había fabricado un escape hollywoodense y, haciéndole honor a su apodo de Supermán, intentó fugarse, literalmente, del estadio.  

Las imágenes fueron de película. Enner merecía el Oscar.

Luego de que la noticia y las imágenes se hicieran virales, Valencia emitió en las últimas horas un comunicado a través de su cuenta de Instagram, donde da su versión de los hechos.

Palabras más, palabras menos, Valencia dice que el dinero que él ha estado enviando para la manutención (según sus propias palabras una suma aproximada a los 100,000 dólares americanos durante los dos últimos años), ha estado siendo utilizada por la madre para gastos personales.

Dice también buscar la custodia de su hija alegando que la madre, Cynthia Pinagorte, abusa física y psicológicamente de la niña. 

“La jueza de unidad judicial norte de la niñez y adolescencia, Martha Guerrero revocó el apremio que pesaba sobre Enner Valencia“, escribió en Twitter el representante del jugador.

Por su parte, el abogado acusador manifestó que “es lamentable que ciertos miembros de la policía no hayan colaborado con la detención del futbolista Enner Valencia, para dar cumplimiento de una orden judicial por juicio de alimentos con una deuda de 17,000 dólares“.

”Si dicen que este señor gana tanto, por qué no pasa mensualmente la pensión a su hija y deja que se acumule y esto se haga público; pero mejor para que el Ecuador entero lo sepa“, añadió.

La pregunta que queda es, ¿por qué si la situación ya ha sido resuelta en favor del jugador, todavía tenía orden de captura? 

El mismo Valencia da la respuesta: “La señora Pinargote, mediante engaños y astucias, consiguió sospechosamente que se reactive el pago de pensiones alimenticias, pese a que en la actualidad, la resolución judicial que me concede la custodia, se mantiene vigente”.

Et le prix de l'interprétation revient à...
Et le prix de l'interprétation revient à...

Mientras tanto, Pinagorte sostiene que él ”es un irresponsable, porque uno quiere mantener a sus hijos bien, que estén bien alimentados y bien vestidos y él no está cumpliendo. Mi abogado dice que en ningún momento se lesionó y que fue fingida la lesión; supongo que para no ir al cárcel se fue a la clínica donde está en calidad de detenido“.

La Federación Ecuatoriana de Fútbol ha emitido también un comunicado donde asegura que la lesión del jugador fue real y que se trató de un ”sincope por desequilibrio hidroelectrolítico“, es decir una “perdida brusca y transitoria del conocimiento”, ocasionado por un ”síndrome diarreico durante tres días anteriores al partido”.

Valencia ha recibido el alta médica y regresó a la concentración de su selección para jugar el martes en La Paz ante Bolivia.  Sin embargo, según informa el diario El Comercio el domingo, el jugador todavía no tiene permiso de salida del país, aunque su abogado ha depositado un cheque de 10,000 dólares como garantía de pago.

Lo más factible es que Valencia pueda viajar a Bolivia y jugar el martes.

La plata todo lo puede.  

Y la astucia también.

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