Yahoo Noticias David Bentley: cuando acabas odiando el deporte que todos aman
David Bentley, estrella del fútbol hasta hace un año, enciende su iPad en la terraza soleada de un restaurante de Marbella y lee las críticas. "Ayer fui a cenar con un buen amigo, pedí una Cesar Salad, muy buena pinta pero lamentablemente había un pelo en la ensalada, no pude comer nada más porque mi apetito se fue a pasear".
No está buscando consejo para una comilona nocturna en Tripadvisor sino revisando las críticas a su propio negocio, el que abrió el mes pasado y con el que pretende comenzar una nueva etapa alejado de un fútbol que le ha vaciado el alma con tan solo 29 años. Retirado por decisión propia en los mejores años de su carera, lo de Bentley es una anomalía notable en este deporte de millonarios ultracompetitivos en calzones.
Hace diez años, Bentley estaba llamado a ser el nuevo David Beckham. Rubio, guapo y distinguido como el icono, atesoraba una facilidad innata para colgar balones desde la derecha y un sexto sentido para el pase inteligente. Con eso llegó a debutar en la Premier con el Arsenal que le formó, con eso se hizo un nombre en el Blackburn Rovers, así llegó a debutar con Inglaterra y fue eso lo que motivó al Tottenham tanto como para pagar 15 millones de libras por él en 2008. ¿Qué ha cambiado desde entonces para que el genio haya cambiado la gloria por una vida de mortal?
"Para mí, un vestuario profesional no era tan emocionante, no era una vida tan buena. Ahunas personas están preparadas para la vida de futbolista pero no creo que yo lo estuviera (...) tenía las herramientas pero me faltaba algo" El ex-futbolista se ha sincerado en una entrevista al Sunday People, explicando las motivaciones que le han llevado a regatear una vida de estrella para centrarse en su familia y su crecimiento personal.
“Recuerdo estar decepcionado conmigo mismo, ya que me debería encantar. Al final, terminé cansado de todo lo que rodea el fútbol. Me encantaban los días de partido, pero realmente echaba de menos mi etapa en equipos juveniles”, comenta.
La retirada de Bentley, un tipo tipo talentoso que podría haber alargado su carrera sin problema durante seis años más, plantea algunas pregunta sobre el estilo de vida altamente competitivo de los atletas. ¿Cuánta presión pueden aguantar?, ¿hasta que punto son libres para decidir o viven atrapados en el sistema del que son principales impulsores?, ¿cuantos han perdido la motivación como Bentley pero siguen jugando por contrato o simplemente por inercia?
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