Cesc Fabrègas: volver a casa pero fuera de casa

Aunque no faltan piropos en el diccionario para definir a Cesc Fàbregas yo siempre recuerdo una frase más melancólica de mi amigo Enrique Ballester cuando me toca escribir cuatro líneas sobre el centrocampista español. Dice Ballester que Cesc es un poco de todos y mucho de nadie. Es el Cesc globetrotter, el Fàbregas wanderer que ha demostrado su clase siempre fuera de su hábitat natural, en demasiadas ocasiones fuera de posición. Por eso da gloria verle ahora que Mourinho le necesita donde realmente es magistral, liderando el centro del campo.

Olvidando los (fructíferos) años como falso nueve y volviendo a pisar la zona que lo hizo leyenda del Arsenal, Cesc está siendo el mejor centrocampista de la Premier League, posiblemente de Europa, en este arranque de temporada. Sus siete asistencias y un gol en siete partidos y la conexión telepática que ha establecido con Diego Costa tienen al Chelsea navegando a los títulos a velocidad de crucero.

Fàbregas marca la diferencia cuando juega de interior junto a Matic por su brillante capacidad para distribuir el juego con seguridad y rapidez y es una solución lujosa cuando el equipo necesita más chispa atacante. Jugando de enganche por detrás de Diego Costa, como en la segunda parte de su partidazo contra el Arsenal, resulta letal por su clarividencia para filtrar el último pase y hacer buenas las rupturas del nueve. El Arsenal se ha llevado dos jugadores por el precio de uno.

Aunque su paso por el Barcelona jamás se pueda calificar de fracaso, incluso esos años de meritorio a la sombra de Messi, Xavi o Iniesta fueron tremendamente productivos con 28 goles y 32 asistencias en 98 partidos, Cesc está brillando de manera especial en este arranque de temporada blue. La razón es evidente, por fin juega en su sitio y por fin su sitio es el centro del proyecto.

Abandonados (parece) sus eternos problemas de rodilla, maduro y perfectamente encajado en la estructura del equipo, Cesc ha vuelto a encontrar uan casa lejos de su casa. Y parece sentirse mejor que nunca.

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