5 lecciones que el Barcelona (y el barcelonismo) han aprendido en el clásico

 

El 2-1 del Barcelona en el clásico refuerza el liderato del Barcelona en la liga. Los catalanes viven ahora a cuatro puntos del Madrid cuando restan nueve fechas por disputarse. El clásico dejó tres puntos fundamentales en Barcelona y unas cuantas vías de análisis. Repasamos las cinco que más nos llaman la atención.

Se puede ganar con otro estilo

"El fútbol no es solo posesión", reflexionó Mascherano tras la victoria del Barcelona frente al Real Madrid en el clásico. La frase tiene su miga porque certifica públicamente lo que es un secreto a voces, que las constantes vitales del equipo de Luis Enrique laten a otro ritmo bien diferente al que marcaba el Barcelona de Guardiola. Esto es pegada en las dos áreas, sufrir cuando toca y vértigo en la transición. El Barcelona es peligroso con espacios y bastante más inofensivo y previsible en el juego de posesión. La buena noticia es que el sacrilegio funciona, que las penas con pan son menos penas.

Este equipo necesita a Busquets

Sin Xavi, con Iniesta mejorando pero lejos de su mejor versión y con Rakitic aun en el proceso de aclimatación, se notó más si cabe la ausencia de Sergio Busquets. El Barcelona no supo adueñarse de la pelota en la primera mitad y sufrió ante un Madrid entonado en la presión y muy combinativo. El canterano aporta trabajo y equilibrio a partes iguales. Que su papel como bisagra es esencial lo demuestra que incluso Messi, apagado anoche, recibió en mejores condiciones tras la entrada del catalán.

La importancia de la pelota parada

Me consta que Juan Carlos Unzué trabaja con especial mimo las jugadas de estrategia en este Barcelona. El resultado es evidente y de aquel equipo que prefería sacar de esquina en corto para asegurar la posesión antes que probar suerte en el remate queda poco. Con el de Mathieu ya son doce goles gracias a jugadas de estrategia.

Hola, me llamo Piqué y he vuelto

Gareth Bale acuchilla el espacio por la derecha en una de sus características carreras pero Piqué recupera la posición y corta la jugada con una plancha prodigiosa. Esta jugada define el estado de forma del central catalán. Rápido y expeditivo al corte, muy bien colocado siempre  y liderando la salida de balón del equipo como en sus mejores tiempos. Solo él fue el negativo de la pareja de centrales madridista.

Neymar necesita afinar

El fallo ante Casillas fue clamoroso, pero no el único de la noche para un futbolista que, en demasiadas ocasiones para un jugador de su categoría, decide de la manera más inapropiada. Tras una gran cabalgada, con Suárez completamente desmarcado, optó por un lanzamiento a puerta que acabó con el balón en la grada. Con espacios es peligrosísimo pero no acaba de ser letal.

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