La Fórmula Uno y el automovilismo en general suspiran por otra Danica Patrick

La piloto de la NASCAR Cup Series Danica Patrick durante la práctica para las 500 Millas de Daytona en el Daytona International Speedway el 16 de febrero de 2018. Foto: Mike DiNovo-USA TODAY Sports
La piloto de la NASCAR Cup Series Danica Patrick durante la práctica para las 500 Millas de Daytona en el Daytona International Speedway el 16 de febrero de 2018. Foto: Mike DiNovo-USA TODAY Sports

Han pasado 14 años desde que Danica Patrick se convirtió en la primera mujer en ganar una carrera de primera categoría en una serie de automovilismo. En ese momento, los expertos predijeron que su victoria en IndyCar significaría el comienzo de una nueva era de corredoras.

No obstante, la situación actual muestra un panorama más complicado.

Por cada éxito, ha habido incluso más reveses. En la actualidad, no hay mujeres manejando a tiempo completo en la Fórmula Uno, IndyCar o Nascar y, de manera histórica, muy pocas han alguna vez competido, a pesar de que estas series no son exclusivas para hombres. Las 500 Millas de Indianápolis habían incluido al menos a una mujer en su campo durante veinte carreras consecutivas a partir del año 2000, pero ninguna ha participado en dos de las últimas tres temporadas. Además, las W Series, una liga femenil de carreras que opera como parte de los fines de semana de los grandes premios de Fórmula Uno, canceló su temporada 2022 de manera prematura debido a problemas de financiamiento.

Beth Paretta, una empresaria de automovilismo y activista desde hace tiempo a favor de las mujeres en los deportes de motor, comentó: “Es probable que haya sido algo ingenuo pensar que el éxito de una mujer podría tener un impacto inmediato. Claro, fue grandioso ver una historia positiva como la de Danica, pero algo necesitaba hacerse en ese momento para mantener esa inercia y todavía no tenemos eso de verdad”.

Paretta, de 48 años, hizo de su misión el corregir eso. En 2021, su equipo de IndyCar, Paretta Autosport, se convirtió en el primer equipo integrado en su mayoría por mujeres en competir en las 500 Millas de Indianápolis, al contar con una pilota, la corredora suiza Simona de Silvestro, así como un personal de garaje compuesto en exclusiva por mujeres. El equipo ha competido desde entonces en un puñado de otras carreras de IndyCar, aunque no es un participante de tiempo completo dentro de las series.

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La pilota de autos Simona de Silvestro compitió con Paretta Autosport en 2021 y 2022. (Hilary Swift/The New York Times)
La pilota de autos Simona de Silvestro compitió con Paretta Autosport en 2021 y 2022. (Hilary Swift/The New York Times)

Paretta afirmó que su meta va más allá de solo promover a pilotas talentosas. Manifestó que las carreras son todavía un deporte dominado por los hombres, desde los roles administrativos dentro de los equipos hasta los estrategas de carrera. Agregó: “A menudo, puedes contar el número de mujeres en el ‘paddock’ con los dedos de una mano”.

Su esperanza es resaltar a mujeres que trabajan en todas las áreas de las carreras para inspirar a la siguiente generación.

Paretta mencionó: “Lo habitual, para las mujeres en las carreras, es que no estamos acostumbradas a destacar que somos mujeres. De hecho, de algún modo esperamos que no te des cuenta, solo queremos hacer nuestro trabajo y seguir adelante. Así que acentuar a las mujeres en los deportes de motor es un ajuste incómodo para nosotras, pero nos hemos dado cuenta de que tenemos que hacer esto si queremos que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos normalicen esto”.

Susie Wolff, una expilota británica que ha desempeñado varios roles en el automovilismo, está de acuerdo en que incrementar la diversidad de género en las carreras detrás de bastidores es esencial para al final producir más corredoras.

Wolff opinó: “No se trata solo de poner a una chica en el auto. En general, hay veinte o treinta conductores en la pista, pero miles de personas involucradas en lograr que la carrera se lleve a cabo. Los conductores en la pista reciben la mayor publicidad, pero tiene que ser mucho más que eso”.

Wolff indicó que otro obstáculo que enfrentan las mujeres que quieren correr es la falta de programas de desarrollo definidos para ellas. Llegar a los niveles más altos del automovilismo es difícil, lo que a menudo conlleva un costo financiero elevado y existen pocos programas dedicados diseñados para alentar y apoyar a las chicas. Eso es en parte lo que inspiró a Wolff en 2016 a establecer Dare to be Different, una organización sin fines de lucro que promueve los deportes de motor a las niñas.

La piloto de Fórmula uno de Williams, Susie Wolff, se limpia la cara después de que su coche se averió durante la primera práctica antes del Gran Premio Británico en el circuito de carreras de Silverstone, en el centro de Inglaterra, el 4 de julio de 2014. REUTERS/Phil Noble
La piloto de Fórmula uno de Williams, Susie Wolff, se limpia la cara después de que su coche se averió durante la primera práctica antes del Gran Premio Británico en el circuito de carreras de Silverstone, en el centro de Inglaterra, el 4 de julio de 2014. REUTERS/Phil Noble

La expilota declaró: “Se vuelve un juego de números” y estima que el número total de mujeres jóvenes que participan en cualquier tipo de carrera sigue siendo muy pequeña. “Si tan solo el cinco por ciento de todos los poseedores de licencias de carrera en el ámbito mundial son mujeres, es poco probable que logres que una llegue a los niveles más altos. Necesitas hacer que más mujeres jóvenes ingresen al deporte para que las mejores asciendan hasta la cima”.

Programas de desarrollo para mujeres piloto

No obstante, esos tipos de programas de desarrollo pueden llevar tiempo para producir resultados. Por ejemplo, el programa Drive for Diversity de Nascar se creó en 2004 con el objetivo de mejorar la diversidad racial y de género entre los pilotos y los miembros del personal de garajes. La iniciativa proporciona programas de entrenamiento estructurado, completos con experiencia en la pista, a sus participantes con la esperanza de hacerlos ascender a través de las categorías de Nascar. Sin embargo, apenas de manera reciente ha comenzado a ver sus esfuerzos reflejados en el más alto nivel del deporte.

Los graduados destacados del programa incluyen a Kyle Larson, un piloto asiático-estadounidense que ganó el campeonato de la Cup Series en 2021; Bubba Wallace, quien el año pasado se convirtió en el primer conductor negro en ganar una carrera de primera categoría desde 1963, y Daniel Suárez, quien este año se convirtió en el primer piloto nacido en México en ganar una carrera de la Cup Series.

Brandon Thompson, vicepresidente de diversidad e inclusión de Nascar, declaró: “Yo diría que ha sido como un tipo fiesta de presentación para ese programa. Pero muchas personas tienden a olvidar que esas semillas se plantaron hace mucho, cuando comenzamos esta iniciativa hace 20 años. Toma tiempo construir esos cimientos”.

Aunque Drive for Diversity todavía no ha promovido a una pilota a la Cup Series, ha graduado a algunas mujeres como personal de garaje. El mes pasado, cuatro mujeres que aspiran a manejar en las series participaron en su más reciente “combine” de carreras, donde los aspirantes (muchos de ellos adolescentes) hacen una audición de sus habilidades con la esperanza de ser seleccionados para una serie de carreras de desarrollo que podría llevar a mayores ascensos a través del programa de Nascar.

Thompson aseguró: “Ciertamente seguimos de cerca el desarrollo de las mujeres jóvenes que tenemos en ese programa y nos sentimos muy bien sobre la cosecha de talento que tenemos en el mismo. Solo estamos esperando el día en el que podamos cambiar esta conversación y estar hablando sobre su éxito”.

La iniciativa de la Fórmula 1

Otras series de automovilismo han mostrado en fechas recientes programas de desarrollo de diversidad similares. En 2020, IndyCar presentó “Carrera por la igualdad y el cambio”, que apoya programas comunitarios juveniles de deportes de motor. Además, el mes pasado, la Fórmula Uno lanzó una serie de carreras subsidiadas en específico para mujeres jóvenes que los directivos aseguran que trabajaran en conjunto con las W Series para añadir a más mujeres al programa de desarrollo de la Fórmula Uno.

Para pilotas como Chloe Chambers, de 18 años, quien participó en las W Series este año, estos son pasos positivos para conseguir una mayor experiencia vital para las mujeres.

Chambers explicó: “En las carreras, las desventajas más grandes provienen del financiamiento en lugar de la habilidad física basada en el género. Estadísticamente, las mujeres han recibido menor financiamiento y menos tiempo detrás del volante de un auto de carreras. Así que cosas como la Academia Fórmula Uno son pasos grandes para, ojalá, dar más experiencia a las mujeres”.

Chambers, quien nació en China y se crio en Nueva York, señaló que su meta era llegar a la Fórmula Tres, una serie que aporta pilotos a la Fórmula Uno. Hacer eso ha sido difícil para las mujeres a lo largo de la historia; por ejemplo, Jamie Chadwick, una pilota británica de 24 años que ganó el campeonato de las W Series las últimas tres temporadas, nunca ha conseguido un lugar en la Fórmula Tres.

A pesar de los desafíos, Chambers cree que puede llegar cuando gane la experiencia suficiente.

Chambers concluyó: “En el futuro, tengo la esperanza de que habrá mujeres en el programa de desarrollo de la Fórmula Uno. Esa es la meta de todos los pilotos, pero, para las mujeres, es mucho más difícil”.

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