Alan Pulido y su deplorable cabezazo en Leagues Cup; se volvió loco y ya no enfrentará a Chivas

Alan Pulido se lamenta tras su expulsión en el partido entre Kansas City y Cincinnati FC. (Katie Stratman-USA TODAY Sports)
Alan Pulido se lamenta tras su expulsión en el partido entre Kansas City y Cincinnati FC. (Katie Stratman-USA TODAY Sports)

Alan Pulido dejó con diez jugadores a su equipo en el peor momento posible de la Leagues Cup. El debut del Kansas City en el torneo no pudo ser contra un rival más duro: Cincinnati FC, el mejor equipo de la Temporada 2023 en la Major League Soccer. La noche había empezado muy bien para el conjunto celeste. Un autogol de Nick Hagglund les adelantó 1-0. En esta competencia, donde hay tres clubes por grupo, ganar el primer partido es clave: no hay ningún margen de error.

Y el cotejo parecía sonreírle decididamente a Kansas City. Apenas tres minutos después del primer tanto, llegó el 2-0 por obra de Daniel Rosero en una jugada perfectamente ejecutada a balón parado. Cincinnati, el equipo más solido del año, se encontró, de pronto, ante un escenario sorpresivo, al que debían sobreponerse de manera rápida si no querían fracasar. No esperaban ir abajo tan temprano. Pero, del mismo modo, tampoco podían sospechar que su mejor aliado iba a estar en el campo rival.

El camino para ellos empezó a arreglarse cuando Alan Pulido, delantero estelar de Kansas, disputó un balón con el defensor colombiano Yerson Mosquera. Después del forcejo, ambos jugadores cayeron al piso. Es cierto que Mosquera le dio un empujón a Pulido, pero la reacción del delantero mexicano fue totalmente desproporcionada: le lanzó un cabezazo. La agresión ameritó una expulsión inmediata, a los 29 minutos de juego. Así, el hombre gol del equipo dejó a los suyos con diez en el mejor momento del partido, y Cincinnati encontró la puerta perfecta para levantar su rendimiento. Lo aprovecharon de inmediato. Apenas tres minutos después, un autogol de John Pulskamp les dio el tanto del descuento.

El segundo tiempo fue un terremoto de emociones. Cincinnati, apoyado por su gente, consiguió el empate por obra de Brandon Vázquez. Sin embargo, a Kansas le quedó la energía necesaria para volver a irse arriba en los cartones, pese a la desventaja numérica. Fue gracias a un penal ejecutado por Gadi Kinda. Pero en los instantes finales del partido, con cinco minutos agregados, quedó claro que nada le iba a salir bien esa noche a la visita. 

Un nuevo penal, perfectamente cobrado por Luciano Acosta, significó el 3-3. Y en la tanda de desempate, que deja sin punto al perdedor y brinda dos unidades al ganador, Cincinnati venció por 4-2. Lo que parecía una noche tétrica, con un marcador en contra de 2-0 a los 11 minutos, terminó siendo una fiesta completa. En gran parte, cortesía de la inestimable ayuda de Alan Pulido.

La acción no pudo ser más triste por todo el contexto. En primer lugar, un jugador de su experiencia no tendría justificación para actuar de ese modo en una disputa que era totalmente irrelevante, de las que pasan decenas de veces por partido. Sí, recibió un empujón. Sucede una y otra vez cada semana. Él lo sabe. El árbitro iba a marcar falta a su favor. Y si no lo hacía, de nuevo hay que decirlo, no pasaba nada. Es pan de cada día ver esas acciones.

Lo que no es normal es tirar a la basura el esfuerzo colectivo y desaprovechar un 2-0 contra un rival que no perdona —y es más doloroso tomando en cuenta el buen regreso que ha tenido tras una larga lesión que le alejó del futbol por un año—. Pulido ahora también se perderá el partido definitivo de la fase de grupos, contra Chivas. El club mexicano hará su debut en este torneo el jueves contra Cincinnati. Y el lunes 31 de julio medirá fuerzas con el Kansas City. Había expectativas por ver a Pulido jugar contra su exequipo. Ya no será posible.

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