De zafar del descenso dos años seguidos a rey de Inglaterra con Julián Montoya y Matías Moroni: Leicester Tigers, el club de un argentino amado y otro que se va

Matías Moroni y Julián Montoya con la copa de la liga Premiership, uno de los cinco trofeos más importantes del rugby de clubes en el mundo, y su primero en Leicester Tigers.
Matías Moroni y Julián Montoya con la copa de la liga Premiership, uno de los cinco trofeos más importantes del rugby de clubes en el mundo, y su primero en Leicester Tigers. - Créditos: @IG @tutemoroni

Leicester Tigers volvió a ponerse de pie, tras años de inconsistencia y campañas irregulares. Un club que se había acostumbrado a salir campeón, en un abrir y cerrar de ojos cayó en un pozo del que le costó salir: en 2019 finalizó anteúltimo y coqueteó con el descenso; en 2020 terminó último, pero el incumplimiento del tope salarial por parte de Saracens hizo que la entiad de Londres fuera la que bajó de categoría. Este sábado, con la victoria por 15-12 frente a los Sarries en Twickenham, Leicester vuelve a ponerse en los primeros planos del rugby inglés, con su 11er título de campeón de la liga Premiership.

En el estadio más importante del país de origen del rugby, y que lució completo, el club verde y rojo se consagró con tres argentinos en el plantel: Julián Montoya, Matías Moroni y Juan Pablo Socino. El hooker es amado en la institución y por los hinchas y fue premiado como el mejor de la temporada por sus compañeros y elogiado por el director técnico. El centro se consolidó como titular, pero no continuará en el próximo certamen. Y el primera línea, de bajo protagonismo, sumó de todos modos su primera estrella en Leicester, al igual que sus compatriotas.

Compacto de Leicester 15 vs. Saracens 12

La final tuvo poco vuelo y muchísimo roce físico. Fue un partido planteado para pelear por las pelotas aéreas: hubo 104 patadas. Una cifra altísima, que obedece a las tácticas de ambos: ejercer presión contra el rival para forzar errores y ganar terreno. En eso fue clave el ingreso de Richard Wigglesworth, un medio-scrum especialista en el uso del pie. A sus 39 años, fue fundamental con sus cajones altos que complicaron a sus ex compañeros de Saracens.

Fue también una final de momentos, y en un tramo del primer tiempo hubo una secuencia crucial. A los 24 ́minutos salió lesionado George Ford, el estratega y una de las figuras de Leicester. A la jugada siguiente, Aled Davies, medio-scrum de Saracens, vio la tarjeta amarilla por un golpe en la cara del argentino Julián Montoya. La acción generó controversia, y el galés bien pudo ser expulsado. De todas formas, esos diez minutos que pasó fuera terminarían siendo fundamentales. El campeón aprovechó la superioridad numérica y anotó los dos tries del encuentro, con sello sudafricano. El primero, por medio de Hanro Liebenberg, y el otro, con la potencia de Jasper Wiese, el mejor jugador de la tarde londinense.

El impacto de Davis contra Montoya

Saracens reaccionó en un segundo tiempo que fue una batalla física, y llegó a igualar a cuatro minutos del final gracias a la puntería de Owen Farrell. Cuando el desenlace parecía llevar la definición a tiempo extra, apareció un héroe inesperado. El año pasado Freddie Burns estaba en la segunda categoría del rugby japonés. Venía de jugar poco en Bath, su anterior club, y pasados los 30 años parecía difícil que volviera a un club de primer nivel. Sin embargo, Leicester le hizo un lugar al apertura que había pasado por el equipo sin pena ni gloria entre 2013 y 2016. Esta vez le tocó entrar por la lesión de Ford y a falta de menos de un minuto ejecutó el drop que ya está en la historia grande del club. “Desde donde vi el drop, parecía un pato muerto volando, pero no me importaba mientras pasara por entre los palos. Pasó por el medio; eso es todo lo que importa. Soy un campeón de la Premiership, realmente no puedo creerlo”, expresó Burns en una entrevista con la televisión inglesa.

El drop decisivo

Leicester Tigers ganó la liga de punta a punta. Es el primer equipo de la historia que lideró durante toda la temporada y rompió el récord de puntos en una etapa regular, con 94. En un sábado destacado para los jugadores argentinos, iniciado por la consagración de Pablo Matera en el Super Rugby Pacific, Montoya, Matías Moroni y Juan Pablo Socino levantaron la copa más importante de Inglaterra. Los dos primeros fueron titulares, no descollaron e hicieron su habitual aporte en defensa. El capitán de los Pumas fue el mejor jugador del equipo en el certamen y el centro se afianzó como titular, pero dejará la institución tras el torneo. Por su parte, Socino vivió la final desde fuera, en un año en que tuvo poco rodaje. En 2021 fue parte del ascenso de Saracens y ahora, en la vereda de enfrente, celebra su primer título grande.

El festejo del campeón en el podio

Tras el pitazo final y antes de la entrega de la copa, se vivió un momento de emoción en Twickenham. Tom Youngs, un histórico del club, anunció su retiro hace unos meses. Su mujer, Tiffany, falleció hace dos semanas luego de luchar contra un cáncer en la sangre durante los últimos años. El ex hooker fue invitado a levantar el trofeo junto a Ellis Genge, el capitán, y luego celebró junto a su hermano Ben y sus hijos. Los Youngs son un clan que tiene su peso en su club, desde la época de su padre.

Matías Moroni es el más eufórico en este instante de la celebración de Leicester en el vestuario.
Matías Moroni es el más eufórico en este instante de la celebración de Leicester en el vestuario. - Créditos: @IG @tutemoroni


Matías Moroni es el más eufórico en este instante de la celebración de Leicester en el vestuario. (IG @tutemoroni/)

En 2013 Moroni salía campeón del torneo de la URBA por CUBA y Montoya jugaba el Mundial M-20 En los Pumitas, siguiendo los pasos de Marcos Ayerza, también de Newman, que obtuvo el que hasta este sábado era el último trofeo de Leicester Tigers. Ahora ellos, Pumas del presente, escribieron otro capítulo dorado de la historia del club.