Yon de Luisa y su promesa de una Selección Mexicana que nunca llegó a Qatar 2022

Yon de Luisa durante una conferencia de prensa en octubre de 2022. (Manuel Velásquez/Getty Images)
Yon de Luisa durante una conferencia de prensa en octubre de 2022. (Manuel Velásquez/Getty Images)

Qatar 2022 ha significado el examen definitivo para Yon de Luisa, el presidente de la Federación Mexicana de Futbol. Hasta el momento, el panorama luce desolador para la selección. El empate ante Polonia y la derrota contra Argentina suponen un riesgo altísimo de eliminación en primera ronda. Ante ese escenario, las críticas han sido masivas contra el entrenador, principalmente, y contra los jugadores. Pero también se ha señalado el rol del presidente, que es la cabeza de toda la estructura y que, en un principio, aseguró que esta Copa del Mundo representaría el mejor momento de Martino.

Cuando de Luisa presentó al entrenador, en enero de 2019, había un clima de optimismo total. En ese momento, el Mundial se veía como algo lejano, pues se sabía que habría seis meses extra para trabajar debido a que, por primera vez en la historia, el torneo se disputaría en noviembre y diciembre. A esa proyección de largo plazo apostó de Luisa. "El espíritu es que se cumpla el ciclo mundialista que en esta ocasión es sui géneris por ser de cuatro años y medio. Gerardo tiene cuatro años para llegar lo más fuerte a Qatar 2022", valoró el federativo en la conferencia de prensa inicial del ciclo Martino.

México venía de un Mundial agridulce: por un lado, derrotaron a Alemania en un partido clave, y sumaron tres puntos más contra Corea del Sur. Pero luego hubo dos caídas estrepitosas, en las que el Tri quedó exhibido: contra Suecia y Brasil, en una eliminación que se percibía como inevitable. El proceso de Juan Carlos Osorio se dio por terminado al acabar el Mundial. Dentro de las opciones de candidatos a suceder al entrenador colombiano, hubo un sinfín de nombres que rondaron los titulares de prensa, todos ellos de diferente perfil: Ricardo Ferretti, Matías Almeyda, Carlos Queiroz, André Villas-Boas. Poco a poco, el nombre de Gerardo Martino empezó a tomar fuerza. En ese momento, el Tata vivía un gran momento con el Atlanta de la MLS, club con que el fue campeón después de su salida en 2016 de la selección de Argentina.

México fue paciente con Martino. Lo dejaron terminar el torneo con su equipo, al tiempo que su nombre se deslizaba para un regreso a la selección argentina. De acuerdo con el propio presidente de la Federación, realizaron más de 24 entrevistas para construir el perfil de entrenador que querían. "Eso nos llevó a una toma de decisión bien fundamentada y eso es lo que me dejó tranquilo y se avaló en la asamblea de dueños", comentó de Luisa.

La elección de Martino como entrenador se sustentaba en el crecimiento que le podía proporcionar al futbol mexicano, con base en su experiencia adquirida en selecciones como Paraguay y Argentina, así como su paso por el Barcelona. "La experiencia de él nos da una garantía de un funcionamiento en equipo", señaló el presidente.

Por su parte, Martino dijo que lo que más le importaba era proporcionar un estilo al equipo. "En lo primero que debería preocuparme es en armar un buen equipo que tenga calidad y una idea clara de juego que el hincha de la selección la entienda, y que en definitiva represente al pueblo mexicano". El Tata también destacó el crecimiento que había tenido el futbol mexicano en las últimas décadas, siempre jugando los octavos de final de Copas del Mundo, y estableció que quería jugar el quinto partido, pero más allá de eso, proporcionar identidad y armar un buen equipo.

A casi cuatro años de distancia, el balance es cruel con ambos, federativo y entrenador. De acuerdo con Claro Sports y según reportaron varios medios, Martino presentó su renuncia en el verano pasado, cuando Gerardo Torrado, director de selecciones nacionales, dejó su carga ante los resultados que dejaron fuera a México de los Juegos Olímpicos, Mundial femenil y Mundial sub-20.

Martino junto a de Luisa en la presentación del entrenador, en enero de 2019. (PEDRO PARDO/AFP via Getty Images)
Martino junto a de Luisa en la presentación del entrenador, en enero de 2019. (PEDRO PARDO/AFP via Getty Images)

Pero finalmente de Luisa decidió no aceptar la renuncia y, además, durante este 2022 señaló que el Tata "de 2019" estaba de vuelta, en referencia a los tiempos turbulentos que atravesó el Tri en 2021 y 2022. De esa manera, el presidente aceptaba lo evidente: México tuvo un gran bajón de nivel en los años intermedios de Martino como entrenador.

Hoy todo está lejos de aquellos días felices de 2019. La selección debe jugarse la vida contra una Arabia Saudita que no regalará nada y, además, se debe esperar el resultado entre Argentina y Polonia. La promesa de llegar en un momento estelar a Qatar 2022 no ha estado cerca de cumplirse.

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