Wimbledon: Horacio Zeballos, de aquel match-point salvado en la primera rueda a la final por el primer título grande

Marcel Granollers y Horacio Zeballos, de nuevo en una final grande
Marcel Granollers y Horacio Zeballos, de nuevo en una final grande - Créditos: @Captura de pantalla

Este Wimbledon modelo 2023 que ya pisa sus etapas decisivas se convertirá en un torneo especial para Horacio Zeballos. A los 38 años, el zurdo marplatense regresa a la final del certamen de dobles del tercer Grand Slam de la temporada. Es un logro singular para un tenis argentino poco habituado a las rondas de privilegio en el césped londinense. Este sábado, en el court central, y junto al español Marcel Granollers, su compañero habitual en el tour de parejas, intentará alzar la copa más importante de su carrera, ese primer título de Grand Slam que hasta aquí le ha sido esquivo.

En las semifinales, jugadas el jueves en el Court 1, Zeballos y Granollers derrotaron a los alemanes Kevin Krawietz y Tim Puetz por 6-4 y 6-3. Buscarán el título ante el mejor dúo en esta temporada, integrado por el neerlandés Wesley Koolhof y el británico Neal Skupski, que llegan como máximos favoritos. Es un reto ideal, a cargo de dos parejas de dobles de primer nivel.

Horacio Zeballos y Marcel Granollers, y el festejo en la cancha 1 tras lograr el pase a la tercera final grande
Horacio Zeballos y Marcel Granollers, y el festejo en la cancha 1 tras lograr el pase a la tercera final grande

“Cebolla”, tal como es conocido el zurdo, apodo que heredó de su padre Horacio, exjugador, profesor y dirigente del Edison Lawn Tennis Club de Mar del Plata, ya -es el argentino con más títulos de dobles en el circuito profesional, con 19 trofeos. Durante sus primeras giras en el tour de dobles, tuvo al chileno Julio Peralta como compañero. Con el catalán Granollers comenzaron a jugar en pareja desde mediados de 2019, cuando quedaron de acuerdo en disputar el Masters 1000 de Canadá, en la gira norteamericana sobre cemento; lo ganaron y luego llegaron a la final del Abierto de los Estados Unidos. Ambos entendieron que había buena química y decidieron seguir juntos compitiendo en el circuito. Con Granollers como partner, Zeballos sumó siete títulos (obtuvieron los Masters 1000 de Canadá, Roma, Madrid y Cincinnati) y llegó a otras 5 finales, incluidos el US Open 2019 y Wimbledon 2021. Hace dos años, no pudieron frente a los croatas Nikola Mektic y Mate Pavic, con una derrota ajustada en cuatro sets. Ahora, es tiempo de volver a intentarlo.

“Uno siempre llega a un torneo con la ilusión de volver a repetir ese tipo de resultados. Creo que habíamos jugado bien hace dos años. El año pasado, más allá de que no jugamos Wimbledon [porque no daba puntos], habíamos ganado el torneo de Halle. Nos sentimos cómodos en césped, Marcel y yo somos buenos jugadores, eso hace que tengamos confianza en poder rendir en todo tipo de superficies. Estoy contento con el rendimiento aquí y por volver a estar en la final”, le comenta Zeballos a LA NACION desde Londres, luego de una cena tranquila.

No fue sencillo el camino, sin embargo, porque hasta aquí la temporada había tenido sus altibajos. No conquistaron ningún título en estos meses, pero sí alcanzaron las semifinales en el Australian Open en Roland Garros, y la definición en Ginebra. “Cuando uno arranca el año, piensa en sumar la cantidad de puntos necesarios para jugar el Masters de fin de año. Así lo arrancamos nosotros. Este año en particular, empezamos bien, después tuvimos un bajón importante en el que perdimos varias primeras rondas. Entonces cambiamos los objetivos y pensamos en volver a conectar como pareja, ver qué hacemos. Por ahí antes viajábamos menos porque los resultados se iban dando. Entonces pensamos qué hacer para juntarnos y volver a tener un nivel competitivo, a partir de ahí viajamos un poco más, estuvimos más semanas en el circuito, fuimos a torneos más chicos, agarramos confianza de nuevo, entrenamos juntos y volvimos a encontrar ese nivel, y las cosas se fueron dando. Jugamos un challenger, jugamos un ATP 250, nos empezó a ir bien nuevamente en Roma, luego en Roland Garros, y aquí estamos”, cuenta el marplatense sobre una gira que los vuelve a encontrar en un punto alto nuevamente. Con lo hecho hasta aquí, Zeballos dejará el puesto 26º que ocupaba en el ranking de dobles y volverá al Top 10 de la especialidad.

Este Wimbledon les puso bien pronto un Everest en el camino: la pareja de los colombianos Juan Sebastián Cabal y Robert Farah, rivales en la primera rueda. Un éxito ajustadísimo, por 6-7 (5-8), 7-6 (7-2) y 7-6 (11-9), después de salvar un match-point. Fue aquel encuentro en el que Zeballos se quedó en el court para consolar al pequeño hijo de Cabal, desconsolado por el traspié de su papá. Al respecto, el marplatense evaluó: “Haber salvado ese match-point en una 1ª ronda alivió un poco. Muchas veces pasa que un jugador que tiene un buen resultado ha tenido un partido en el que tuvo que salvar una situación como la que pasó con nosotros. Más allá de estar a un punto de perder, ganarle a una pareja tan fuerte como Cabal-Farah, es algo que nos llenó de confianza y nos hizo sentir mejor para los partidos siguientes”.

La buena conexión entre Zeballos y Granollers también sabe de diversiones y bromas... a veces pesadas. El argentino, por ejemplo, no tuvo mejor idea que dejarle al español su bolso atado con las cintas tape a uno de los bancos del club. El catalán, en respuesta, le dijo a su fisioterapeuta que le entablillara dos dedos de una mano. Así llegó a la casa que comparten durante estas dos semanas. “No sé quién fue que me ha atado la bolsa, pero la he arrancado con fuerza y me he jodido el ligamento de la mano, así que no voy a poder jugar la semifinal”, expresó con fastidio estudiado, ante un Zeballos pálido. “Fui yo”, aceptó el argentino. “Pensaba aguantar la broma más tiempo, porque sabía que había sido él, pero es que le iba a dar algo. Toda la noche no iba a soportarlo, porque no iba a dormir y después no iba a estar para jugar. Le dije que se lo merecía”, contó luego Granollers ante la prensa española,

Granollers define en la red; Zeballos espera más atrás
Granollers define en la red; Zeballos espera más atrás

Ahora, el título está cerca, lo que no significa que sea fácil lograrlo. “Obviamente, va a ser un partido muy duro. Por algo ellos llegaron a la final, pero nosotros también estamos ahí. Siempre los finalistas son jugadores que llegan con confianza. y en un torneo tan importante como éste, llegar a la final es valioso, te da mucho empuje. Son la pareja número 1, jugadores agresivos, sólidos de fondo y en la red. La clave será estar muy enfocados, que nos vaya bien con el saque y quizás en ser más agresivos que ellos”, evaluó sobre el último reto en el césped londinense.

Así, Zeballos buscará ser el primer argentino entre los varones en ganar el torneo de dobles de Wimbledon, algo que no pudo lograr Javier Frana en 1991 (fue finalista con el mexicano Leonardo Lavalle), mientras que en damas Gabriela Sabatini alzó el trofeo mayor junto a Steffi Graf en 1988, y Paola Suárez llegó a otras tres finales (2002, 2003 y 2006), todas con la española Virginia Ruano Pascual como compañera. En dobles mixtos, el recordado Enrique Morea fue finalista en tres oportunidades, en 1952, 1953 y 1955. Y una perlita: los que sí festejaron en dobles, pero como juniors, fueron David Nalbandian y Guillermo Coria, vencedores en 1999, cuando ambos tenían 17 años.