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Wimbledon 2022: Tatjana Maria, madre de dos niñas y semifinalista de un Grand Slam por primera vez: una de las grandes historias del torneo

La emoción de la tenista alamana Tatjana Maria, de 34 años y madre de dos niñas, tras vencer a su compatriota Jule Niemeier y avanzar a las semifinales de Wimbledon.
La emoción de la tenista alamana Tatjana Maria, de 34 años y madre de dos niñas, tras vencer a su compatriota Jule Niemeier y avanzar a las semifinales de Wimbledon. - Créditos: @Zac Goodwin

La alemana Tatjana Maria es la protagonista de una de las más bellas historias de Wimbledon 2022. De 34 años y 103° del ranking mundial, sorprendió al mundo de las raquetas avanzando por primera vez a las semifinales de un Grand Slam. Y lo logró aun cuando su vida hoy no está dedicada al tenis ciento por ciento, ya que es madre de dos niñas (Charlotte y Cecilia), la última nacida en abril de 2021. “A algunas personas les gusta hacer puenting [salto al vacío desde una altura elevada sostenida por una cuerda elástica]. A mí me gusta volver al tenis después de tener hijos”, sonrió la germana, luego de vencer en el court número 1 a su compatriota Jule Niemeier (97°) por 4-6, 6-2 y 7-5, en los cuartos de final.

Maria, 46a. del ranking de la WTA en 2017, se llevó las manos a la cara en señal de emotiva incredulidad al concretar la victoria sobre el césped británico. Se encumbró como la sexta semifinalista alemana de la historia del tenis profesional en Wimbledon , tras anteriores figuras como Steffi Graf , Angelique Kerber, Sabine Lisicki, Julia Görges y Bettina Bunge. Buscará su boleto para la final ante la tunecina Ons Jabeur (número 2 del mundo y tercera cabeza de serie en Londres) o la checa Marie Bouzkova (66°).

La tenista alemana Tatjana Maria, de 34 años, derrotó a su compatriota Jule Niemeier y alcanzó las semifinales de Wimbledon por primera vez.
La tenista alemana Tatjana Maria, de 34 años, derrotó a su compatriota Jule Niemeier y alcanzó las semifinales de Wimbledon por primera vez. - Créditos: @GLYN KIRK

Charlotte, la primera hija de Maria, nació en diciembre de 2013. La jugadora nacida en la ciudad alemana de Bad Saulgau, regresó al circuito cuatro meses después de dar a luz y obtuvo los resultados más valiosos de su carrera, ingresando en el Top 50 en 2017 y ganando su primer título, en Mallorca, una temporada después. Cecilia, la segunda hija, nació hace quince meses. Maria siempre tuvo claro, según contó, que retomaría su carrera deportiva cuando estuviera en buenas condiciones atléticas y así lo concretó apenas tres meses después de ser mamá. Esta temporada, en abril, ganó su segundo trofeo individual del WTA Tour, sobre el polvo de ladrillo de Bogotá.

“Estoy orgullosa de mí misma por haber llegado a este punto nuevamente. Cuando comienzas a regresar al tenis después de tener una niña nunca sabés cómo irá. Debo decir que he tenido mucha suerte con mi cuerpo. Realmente no soy la persona que se lesiona mucho, así que espero que siga siendo así. Puedo jugar mucho y me gusta hacerlo”, comentó la europea, en wtatennis.com, lamentándose de que el major británico no entrega puntos para el ranking, pero valorando el jugoso premio económico que ya se aseguró por ser una de las mejores cuatro raquetas (535.000 libras, unos 650.000 dólares; en toda su carrera lleva ganados US$ 3.514.273).

“Ser mamá de dos hijas es lo más importante de mi vida. Nada cambiará esto. Estoy aquí, sí, estoy en las semifinales de Wimbledon, es una locura, pero sigo siendo mamá. Después de esto saldré y veré a mis hijos y haré lo mismo que hago todos los días. Le cambiaré los pañales, o sea, todo normal. Trato de mantener la normalidad tanto como sea posible, porque eso es lo que más me enorgullece de ser mamá”, describió Maria durante la rueda de prensa posterior al match ante Niemeier.

El esposo de la alemana, el francés y exjugador del ATP Tour Charles-Edouard Maria (398° en 2001), es una pieza muy valiosa en el engranaje de la flamante semifinalista de Wimbledon. No solo por su confianza en las habilidades de su esposa, sino porque asume la mayor parte del cuidado de las niñas mientras viajan juntos por el circuito. “Él es el que cree un millón por ciento en mí. Está acá todos los días diciendo: ‘Sé que puedes hacer esto, sé que puedes volver’. Si escuchas esto de una persona todo el tiempo, te da mucha confianza. Hacemos esto juntos. Permanecemos juntos como una familia. Eso es lo más importante para nosotros. Mi carrera, su carrera, al final del día es nuestra carrera. Es un negocio familiar, digamos”, apuntó Maria, con pasado en el equipo alemán de la (ex) Fed Cup.

El juego de Maria tiene una curiosidad en las grandes ligas. Durante su primera licencia por maternidad pasó de impactar el revés con dos manos a una, golpe que perfeccionó -según contó- durante el período del embarazo. En estos tiempos, una de sus armas más efectivas es el revés con slice.

“Supongo que hay mucha gente que nunca creyó que volvería . Y, sí, para ser honesta, ya mostré que estoy de vuelta. Todavía estoy aquí y soy una luchadora, sigo adelante y soñando. Eso es lo que quiero mostrarles a mis hijas. ¿Qué dijo Charlotte, la más grande? Está feliz de poder quedarse dos días más en la guardería (sonrió). Se da cuenta de que es algo súper especial”, expresó Maria. Este martes no modificó la rutina de llegar a las 8.30 al All England y empezar a entrar en calor con su hija de ocho años, amante del deporte de las raquetas. Antes de esta quincena, Maria nunca había pasado de la tercera ronda en ninguno de los cuatro Grand Slam. Ahora consiguió, como mínimo, ser una de las mejores cuatro jugadores del certamen más prestigioso del mundo.

El emotivo saludo entre las alemanas Tatjana Maria y Jule Niemeier en Wimbledon.
El emotivo saludo entre las alemanas Tatjana Maria y Jule Niemeier en Wimbledon. - Créditos: @Zac Goodwin

La australiana Evonne Goolagong fue la primera mamá campeona de Wimbledon en la era profesional, en 1980. Y ninguna jugadora logró repetirlo en Londres desde entonces, tampoco Serena Williams. Antes, la australiana Margaret Court sumó tres trofeos de Grand Slams como madre. En el US Open 2009 sí pudo conseguirlo la belga Kim Clijsters, de regreso en el tour tras la maternidad.

Al dar este gran paso en Wimbledon, Maria alcanzó registros realmente destacados. Porque es la cuarta jugadora con el ranking más bajo en llegar a las semifinales de Wimbledon desde 1984, tras los casos de Serena Williams (N°181 en 2018), Mirjana Lucic-Baroni (N°134 en 1999) y Zheng Jie (N°133 en 2008). Pero, además, se transformó en una de las pocas mujeres que llegaron a las semifinales del major británico después de cumplir 34 años junto con leyendas como Billie Jean King, Martina Navratilova, Chrissie Evert, Venus y Serena Williams. “No..., eso es increíble, estar en una lista de jugadoras tan grandes, es increíble. Quiero decir, tener mi nombre en el mismo lugar..., sí, todavía no puedo creerlo, de verdad. Eso sí que me enorgullece”, dijo Maria, con los ojos humedecidos. Sus hijas, sin dudas, ya pueden estar muy satisfechas por el empuje de su mamá.