Walgreens tiene un nuevo tipo de seguridad. ¿Seguirán el ejemplo Walmart y Target?

Walmart y Target, dos de las principales tiendas minoristas de Estados Unidos, están lidiando con un problema que siempre ha existido pero que aumentó durante la pandemia y continúa hoy día: el robo de productos de sus tiendas. Walgreens, uno de sus competidores, quizás tenga la respuesta con un nuevo sistema de seguridad.

El director ejecutivo de Target, Brian Cornell, ha hablado de la gravedad del problema y cómo afecta la disponibilidad de mercancía en las tiendas, además de tener un impacto negativo en los trabajadores y los clientes, según un reportaje de la publicación TheStreet.

También ha hablado de aumentar las medidas de seguridad en la cadena debido a que se han presentado incidentes de violencia relacionados con la venta de productos del Mes del Orgullo, una campaña enfocada en la comunidad LGBTQ+. En algunas tiendas del sur de Estados Unidos, personas que critican la venta de esos productos han agredido a los empleados de Target.

Según Cornell, la reducción de mercancía a causa de los robos podría genera más de $500 millones en pérdidas en 2023.

El director ejecutivo de Walmart, Doug McMillon, también ha hablado del problema del robo de mercancía de las tiendas, una señal de la preocupación generalizada de las grandes cadenas de tiendas.

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¿Qué nuevo sistema de seguridad está probando Walgreens?

Walgreens empezó a implementar una estrategia de seguridad para reducir los robos que podría cambiar la experiencia tradicional de ir de compras a cualquiera de estas tiendas minoristas. El prototipo que está probando Walgreens es una tienda en el vecindario South Loop de Chicago que solo tiene dos pasillos de productos “esenciales”, en donde los clientes pueden seleccionar la mercancía y ponerla dentro de su cesta de compras.

El resto de la mercancía de la tienda está en una sección cerrada, y los clientes tienen que usar un iPad en un quiosco para ordenar los productos que necesiten. Un empleado selecciona los productos y se los entrega al cliente a través de un mostrador.

Walgreens promueve esta estrategia como una manera de que los empleados hagan las compras para los clientes. Además, los estantes en donde están los productos esenciales solo miden cinco pies, lo que permite el fácil acceso a la mercancía al mismo tiempo que los empleados pueden ver a los clientes seleccionar los productos.

El concepto de Walgreens es parecido a una experiencia digital pero en persona. Los clientes tendrán la opción de ordenar sus productos a través de la aplicación y recogerlos en la tienda posteriormente, o ir a la tienda, usar el quiosco y esperar que el empleado traiga los productos.

Esta medida intenta aumentar la seguridad y evitar decisiones como la tomada en 2021 de cerrar cinco tiendas en el área de San Francisco porque los robos estaban fuera de control, según un artículo del New York Times.

¿Cómo ha sido la reacción al nuevo sistema de seguridad de Walgreens?

La nueva estrategia de Walgreens ha generado varias críticas y algunos analistas han catalogado el sistema de “extremo”.

La medida va a reducir los robos al dirigir a los clientes a hacer sus compras de manera digital, y seguramente otras cadenas de tiendas van a seguir de cerca este experimento para saber si funciona. Pero que la responsabilidad de seleccionar los productos recaiga en los empleados podría reducir la productividad y la iniciativa de los mismo trabajadores, comentó Lisa Goller, una especialista en tiendas minoristas, citada en la nota de TheStreet.

Otro analista dice que la medida es muy extrema y que aunque puede prevenir los robos, esta estrategia no facilita hacer compras, ya que es “fastidioso y enredado” para el cliente, según Neil Saunders, director de Global Data Managing.

Saunders reconoce que la medida podría generar información útil que ayude a la cadena a desarrollar un sistema que reduzca los robos sin cambiar drásticamente la experiencia de hacer compras. Puede que este plan sea mejor que encerrar todos los productos en un estante y llamar a un empleado para que los saque, o que la tienda cierre completamente.

Pero “incomodar a los clientes realmente no es la mejor respuesta”, dijo Saunders.

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